Kafka nos cuenta el día en que el maestro Dostoyevski rompió en llanto por su primer libro

¡Buen jueves, lectoras y lectores! Sigo mi recorrido por la literatura rusa y también hurgando en la vida del mítico Franz Kafka, el escritor checo inspiración de tantos cuentistas como Julio Ramón Ribeyro. Recuerden que hace un tiempo les conté que me regalaron el libro "Cartas a Milena" que recoge parte de la correspondencia que enviaba Kafka a Milena Jesenská entre 1920 y 1923. Es así que en una tarde de lectura encontré esta interesante anécdota de otro de mis autores más respetados: Dostoyesvki; fui por cobre y salí con puro oro. Lee con atención este genial fragmento...



Imagen: https://pin.it/3RON3bf

Un poco de contexto

Las cartas de Kafka a Milena están marcadas no solo por la distancia sino también por los caprichos del destino. Jesenská llegó a ser conocida como "la enamorada de Kafka" a pesar de estar casada, no por consumar una relación furtiva con el escritor, sino por las cartas que ambos intercambiaban.

Entre esos vaivenes, fiel a su estilo, Kafka le cuenta a Milena en una carta que escribió en una noche de insomnio, cuál fue la historia del primer libro de Dostoyevski y cómo éste rompió en llanto tras darse cuenta que su suerte estaba por cambiar. 

La noche de insomnio

Frau Milena:

Ante todo, y para que usted no lo deduzca contra mi voluntad de esta carta, le diré que desde hace quince días padezco de un creciente insomnio. Por principio, no lo tomo a la tremenda; estas rachas van y vienen y siempre tienen sus causas (según Baedecker, puede deberse incluso a los aires de Merano, cosa que me parece ridí-cula), más de las que necesitan, aunque tales causas no siempre sean visibles. Pero lo cierto es que los períodos de insomnio lo vuelven a uno pesado como un tronco y, al mismo tiempo, inquieto como una bestia salvaje.

Sin embargo, tengo una satisfacción. Usted ha dormido bien, todavía con un sueño "extraño" , todavía como "perpleja"; pero ha dormido bien. De modo que cuando el sueño pase junto a mí por la noche, sin detenerse, sabré cuál es su camino y lo aceptaré. Por otra parte sería muy tonto rebelarse, porque el sueño es la criatura más inocente y el hombre insomne, la más culpable.

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Y a este hombre insomne le hace usted llegar su agradecimiento en la última carta. Si un extraño, totalmente ajeno a la situación, leyera esa carta, pensa-ría: «-Qué hombre! En este caso, parece haber movido montañas!» Y mientras tanto ese hombre no ha hecho nada, no ha movido un dedo (a no ser para escribir), se nutre con leche y cosas buenas, sin ver siempre (aun-que sí a menudo) ante él "té y manzanas" ', y deja que las cosas sigan su camino y que las montañas permanezcan en su lugar.

La historia de Dostoyevski contada por Kafka

El escritor checo, tal vez con intención de impresionar a la periodista, resumen una fascinante historia que implica mucho de talento, un tanto de amistad y una pizca de suerte. Leamos:

¿Conoce usted la historia del primer éxito de Dostoyesvky? Es una historia que resume muchas cosas y que yo cito por comodidad, porque gira en torno a un gran nombre; pero tendría el mismo significado si fuese una historia del vecino o de alguien más próximo aún. Por otra parte, ya sólo la recuerdo en forma vaga; hasta los nombres casi se me han borrado. Cuando Dostoievsky escribió su primera novela Pobres gentes, vivía con un literato amigo suyo, un tal Grigoriev. Éste vio durante meses muchas hojas escritas sobre la mesa, pero Dostoievsky sólo le entregó el manuscrito cuando la novela estuvo concluida. Gri-goriev la leyó, quedó deslumbrado y sin decir nada a su amigo se la llevó al entonces célebre crítico Nekras-Sov. A la tres de la mañana llamaron a la puerta de Dostoievsky. Eran Grigoriev y Nekrassov. Entraron a la habitación, abrazaron y besaron a D. Nekrassov-quien hasta ese momento no lo conocía- lo llamó esperanza de Rusia, y pasaron una o dos horas hablan-do, sobre todo de la novela. Se separaron al amanecer.

Dostoievsky, quien siempre se refirió a esa noche como a la más feliz de su vida, se asomó a la ventana y los siguió con la mirada. Luego, sin poderse contener, se echó a llorar. Su sentimiento básico, que él ha des-cripto ya no recuerdo dónde, era: "¡Qué gente maravillosa! ¡Qué buenos y nobles son! ¡Y cuán ruin soy yo!

¡Si ellos pudieran ver dentro de mí! Si yo se lo dijera, no me creerían". La afirmación de que Dostoievsky se propuso emularlos es sólo una rúbrica final, un adorno, esa palabra que es preciso brindar a la invencible juventud. Ya no forma parte de la historia; ésta ya ha llegado a su fin. ¿Capta usted, mi querida Mílena, el significado oculto de esta historia, su aspecto inaccesible a la razón? A mi juicio, es el siguiente: en la medida en que se puede generalizar sobre estas cosas, Grigo-riev y Nekrassov no eran, por cierto, más nobles que Dostoievsky. Pero ahora dejemos la visión panorámica que tampoco D. exigió aquella noche y que de nada sirve en el caso individual. Escuche sólo a Dostoievsky y se convencerá de que Gr. y N. eran realmente maravillosos y D. impuro e infinitamente ruin, que nunca alcanzaría, ni por lejos, la grandeza de Gr. y N., y que jamás podría recompensarles el enorme e inmerecido servicio que le habían prestado. Uno los ve literalmente desde la ventana, mientras se alejan y sugieren así su inaccesibilidad.

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Lo lamentable es que el significado de la historia se ve desdibujado por el gran nombre de Dostoievsky. ¿A dónde me ha llevado mi insomnio? Sin duda a nada que no se base en las mejores intenciones.

Un final para ambos

Cuando Kafka murió el 3 de junio de 1924, Milena Jesenská escribió en Viena una nota fúnebre para el diario Narodni Listy de Praga donde lo describe como "tímido, retraído, suave y amable, visionario, demasiado sabio para vivir, demasiado débil para luchar, de los que se someten al vencedor y acaban por avergonzarlo". Años más tarde, veinte para ser precisos, Milena moriría en un campo de concentración bajo el dominio de la Alemania Nazi.

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Fuente: Cartas a Milena (Franz Kafka)

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Mar de fondo

𝑆𝑜𝑦 𝐵𝑟𝑦𝑎𝑛 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑐𝑟𝑒𝑧 (Lima, 1990) creador del Blog de Mar de fondo. Estudié Comunicaciones, Sociología y estoy escribiendo un libro. Soy un amante de los cuentos, cartas, diarios y novelas. Convencido de que "𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜"

6 Comentarios

  1. Muy interesante. Donde puedo conseguir este libro,: Cartas a Milena?. Me interesa

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  2. Dos grandes de la Literatura Universal. Excelente nota. Gracias!

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  3. ¡ Gracias muchas! ¡ Ecxelente es poco!

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