Decálogo de Julio Ramón Ribeyro para escribir cuentos: 10 claves esenciales para narrar con impacto, claridad y emoción.
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Imagen generada con AI. |
Julio Ramón Ribeyro decía que "uno está nutrido de los autores que ama". También he leído que uno de los principales consejos que ofrecen los grandes escritores, sea de novelas o narrativa breva es tener un referente.
En mi caso el referente principal es Julio Ramón Ribeyro, impecable autor que jamás emularé pero que me basta la sola lectura de su obra para aspirar a un estilo digno. Somos lo que leemos entonces, pero ¿saben qué más? somos lo que vivimos y escribimos sobre ello.
La palabra del mudo
Este decálogo del cuento se encuentra en la introducción del libro "La palabra del mundo" y recoge aspectos importantes para el 'flaco' en la construcción de su obra. Ciertamente cada estilo es distinto y cada escritor se nutre de sus gracias y desgracias.
Lean esto bien, no hay obra que no tenga una breve cuota de realidad, por más mínima que esta sea. La mejor materia prima es la propia experiencia y el talento está en cómo contarla. Veamos:
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DECÁLOGO PARA CUENTISTAS
1. El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector pueda a su vez contarlo.Un cuento es, ante todo, una narración que puede transmitirse. Si no hay algo que contar, el texto pierde su esencia y no permanece en la memoria del lector.
2. La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada, y si es inventada, real.El arte del cuentista está en difuminar las fronteras entre realidad y ficción. La verosimilitud es clave para que el lector crea lo que lee.
3. El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse de un tirón.Su brevedad garantiza concentración y ritmo. Así, el impacto de la historia se mantiene intacto hasta la última palabra.
4. La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender; si todo ello junto, mejor. Si no logra ninguno de estos efectos, no sirve como cuento.Un cuento que no genera reacción emocional o intelectual carece de fuerza. Debe dejar huella en quien lo lee.
5. El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin aspavientos ni digresiones. Dejemos eso para la poesía o la novela.La economía del lenguaje mantiene el ritmo y evita que el lector se pierda. La claridad es una virtud indispensable.
6. El cuento debe solo mostrar, no enseñar. De otro modo sería una moraleja.En lugar de sermonear, el cuentista deja que la historia y los personajes hablen por sí mismos. La interpretación es tarea del lector.
7. El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración pura y simple, epístola, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la historia no se diluya y pueda el lector reducirla a su expresión oral.La experimentación formal es bienvenida, pero no debe sacrificar la claridad narrativa ni la esencia de la trama.
8. El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.El conflicto es el motor narrativo. Sin él, no hay tensión ni interés en el desarrollo de la historia.
9. En el cuento no deben haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabra es absolutamente imprescindible.La concisión extrema evita distracciones. Todo en el cuento debe cumplir una función narrativa.
10. El cuento debe conducir necesaria, inexorablemente a un solo desenlace, por sorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha fallado.El final debe sentirse inevitable y coherente con lo narrado, incluso cuando sorprende. Un cierre débil arruina el conjunto.
¿Qué opinas de estos consejos, lector? Déjamelo saber en los comentarios ¡Nos leemos en otro post!