El trauma infantil que acabó con la vida de Ernest Hemingway

La vida de algunos de los más importantes exponente de la literatura universal ha estado marcada por la tragedia, el amor y también los problemas. Si nos ponemos a pensar que los artistas quizá tengan un grado mayor de sensibilidad, esto en ciertos casos puede llevarlos a crear las obras más magnificas jamás conocidas o también acariciar la muerte anticipada. Este es el drama de Ernest Hemingway un escritor completo, ganador del Nobel 1954 pero con un dolor que poco a poco fue acabando su vida. Esta es su historia.


El trauma que mató a Ernest Hemingway
Imagen: Por JEAN-PHILIPPE CHARBONNIER - https://pin.it/6XC8H9g

El humano Ernest Hemingway

Por más de dos décadas Hemingway fue la imagen del escritor en los Estados Unidos, se convirtió rápidamente en el símbolo del hombre rudo y temerario. Sin embargo, una mañana decidió ponerle fin a su vida con un disparo que remeció el mundo de las letras el domingo 2 de julio de 1961.

El suicido de Hemingway ha sido materia de muchas conversaciones, estudios e investigaciones que han trascendido como su obra. Un reciente estudio psicológico reveló que el escritor llevaba consigo un trauma infantil provocado por su madre. Se sabe que la relación entre Ernest y su madre no era buena.

Esa de día de reposo Hemingway se levantó muy temprano en su casa de campo en Idaho, se viste con la bata que tanto le gustaba (a la que llamaba "túnica del emperador"), sale de la evitación en silencio para no despertar su esposa, Mary Welsh y se dirige a la habitación donde guardaba su armas, afición que había cultivado desde niño. En ese momento el Nobel tenía 62 años y una colección de veinte armas entre rifles, pistolas y escopetas. Toma una de estas y desciende al recibidor, se sienta, cierra los ojos y aprieta el gatillo.


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Después del suicido de Hemingway


Como dije hace un momento la noticia remeció la sociedad de los Estados Unidos y acaparó todas las portadas en ese país y en el mundo. La primera versión era que se trató de una muerte accidental (como que el arma se disparó mientras la estaba limpiando) lo que quizo hacer creer su esposa al jefe de la Policía local, quien acudió inmediatamente a la casa.

Como suele suceder en estos casos, por el respeto y la compasión por quienes se quitan la vida las autoridades y la sociedad terminaron por aceptar esta versión, se acordó que así se manejaría el desenlace de Hemingway. Mari Welsh tuvo que recibir terapia para superar que Ernest haya tomado tal decisión, no comprendía sus motivos, era casi indescifrable que un tipo tan exitoso y con todo lo logrado haya perdido la batalla contra la vida.


Alusión a Gabriel García Márquez



Para reforzar esta situación casi ilógica, el escritor Gabriel García Márquez dijo en su momento que Hemingway no parecía ser del tipo de hombres que se suicidan; incluso, en sus relatos, el suicido estaba descrito como una cobardía y los personajes reforzaban este concepto. “De todos modos, el enigma de su muerte es puramente circunstancial, porque esta vez las cosas ocurrieron al derecho: el escritor murió como el más corriente de sus personajes, y principalmente para su propios personajes...” sentenció 'Gabo'


Todo se fue esclareciendo


Con el paso de los meses poco a poco fue apareciendo la verdadera causa de la muerte de Ernest Hemingway y en 1964 la familia terminó reconociendo el suicido. A partir de ese momento se pudo conocer que su salud se encontraba ya muy deteriorada; asimismo sufría de una depresión profunda e incluso llevaba terapia de electrochoques y lo más penoso era que ya había intentado quitarse la vida en dos oportunidades.

Para sus seguidores y sus más fervientes lectores fue un golpe inexplicable, se preguntaban asombrados qué tipo de sufrimiento pudo llevar a la muerte a su héroe, un ser humano que había recibido todos los premios que podía obtener un escritor y la admiración internacional: era una figura pública y eso explica la cantidad de biografías y estudios realizado a su persona y su obra.


El estudio más importante


Entre esos trabajos académicos resalta uno por muy lejos: “Ernest Hemingway: A Psychological Autopsy of a Suicide”, que se publicó en el número 4 de la revista Psychiatry (correspondiente al invierno del 2006), por el doctor Christopher D. Martin, miembro del Departamento de Psiquiatría de la escuela de medicina de Baylor College en Houston, Texas.

El ensayo de 10 páginas llega a la conclusión de que, tras años de leer y analizar las biografías, libros de memorias y testimonios sobre Hemingway, este padecía trastorno bipolar, pero el añadido es que también sufrió un trauma en la infancia: su madre lo vestía como niña y aveces lo llamaba con un apelativo femenino: Dutch Dolly.

Por el lado de su padre, este reforzaba la conducta agresiva y fue él quien empezó a enseñarle a manipular armas de fuego desde los 4 años. El Dr. Martín también refiere que esta actitud del padre promovía la violencia y cuando este se suicidó de un balazo en la cabeza en 1928, Ernest culpó a su madre. Solía referirse a ella como una "perra". La pérdida de su padre fue demoledora para Hemingway quien desde joven mostró una conducta temeraria que después cobraría tintes de autoinmolación, lo mismo a través del alcoholismo y la exposición a diversos peligros.




Los actos de valor que Hemingway presumía, no eran reales, o eran distorsiones de la realidad creadas por su fantasía. El Dr. Martin señala que Hemingway tenía una lucha consigo mismo toda su vida, estaba cargado de temores y sentimientos de culpa, lo que incluía en su comportamiento inseguro y autodestructivo.


Hemingway trató de sublimar su trauma en la literatura


Ernest Hemingway buscó siempre crear personajes de carácter heróico, incluso a pesar de la derrota. Este esfuerzo desencadenó en una depresión crónica y, al final de su vida, una psicosis incipiente. Todo lo que conocemos en la actualidad sobre los últimos años de Hemingway son desconsoladores. Se sabe ya que había perdido la capacidad de escribir y padecía arrebatos de paranoia cada vez más frecuentes.

Vivir a la sombra de un padre suicida equivale la mitad de la vida pensando en esa opción. Como se sabe, Ernest no fue el único que se quitó la vida en su familia. También lo hizo su hermano Leicester, 17 años menor, y escritor al igual que él, se pegó un tiro en la cabeza, en septiembre de 1982. Y su nieta, la actriz Margaux Hemingway, el 1 de julio de 1996. Un drama que siguió por generaciones.


Fuente: proceso.com.mx. 
Mar de fondo

𝑆𝑜𝑦 𝐵𝑟𝑦𝑎𝑛 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑐𝑟𝑒𝑧 (Lima, 1990) creador del Blog de Mar de fondo. Estudié Comunicaciones, Sociología y estoy escribiendo un libro. Soy un amante de los cuentos, cartas, diarios y novelas. Convencido de que "𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜"

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