Leamos "El hombre de plata", cuento de Isabel Allende

¡Qué tal, lectores de Mar de fondo! Estuve revisando más apuntes sobre uno de mis escritores favoritos: León Tolstói. Y es que su fama traspasa el universo literario, sobre todo al final de su vida, donde después de buscar la redención tomó un sentido más altruista y orientado a la protección del más débil. Pocos escritores tendrían hoy la empatía de Tolstói y la valentía de enfrentarse al poder de turno en favor de su pueblo. Lo que vas a leer hoy es una potente carta y un ejemplo de civismo.

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La Rusia de Tolstói y Nicolás II

El gobierno del zar de Rusia Nicolás II duró desde 1894 hasta 1917 cuando renunció al cargo. Durante este periodo el país del escritor ruso enfrentó una serie de abusos y estallidos sociales que derivaron en el colapso del Imperio Ruso.

La política del zar estaba de espaldas a la población y estos fueron algunos de los abusos que se cometieron contra ellos. 

• Represión política: Nicolás II sostuvo un gobierno autocrático y represivo, con una falta de reformas políticas y una supresión de las libertades civiles. También existía persecución y censura contra los opositores del régimen. Estos activistas eran perseguidos y encerrados. Hay registros de que también fueron asesinados.
• Desigualdad social: Por aquellos años Rusia era una sociedad profundamente desigual, con una pequeña aristocracia que controlaba las tierras y la mayor parte de la riqueza, mientras que la gran mayoría de la población, incluyendo a los campesinos, vivía en pobreza extrema.
• Explotación de los trabajadores: Los trabajadores industriales también vivían en condiciones laborales deplorables, con largas jornadas de trabajo, bajos salarios y sin derechos laborales. Las protestas y huelgas laborales eran fuertemente reprimidas por el gobierno.

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León Tolstói decide escribir una carta al zar de Rusia

En este contexto León Tolstói se dirigió a Nicolás II. El documento está fechado el 10 de noviembre de 1909, en ella podremos ver el descontento del escritor por la manera en que el zar gobernaba el país y lo instaba a crear reformas que permitieran mejorar las condiciones de vida de los campesinos y el pueblo que vivía en la pobreza.

Después de la crisis existencial que padeció, León Tolstói se volvió en un abanderado de los derechos de los campesinos y acérrimo opositor a la opresión y la desigualdad social. En la carta que dirige al zar, hace una crítica a la nobleza y la Iglesia Ortodoxa rusa, que mantenía al campesino en condiciones de servidumbre y pobreza.

En ese sentido, la carta de Tolstói al zar Nicolás II, fue un acontecimiento importante y relevante para la época a pesar no tener los resultados esperados. Se sabe que Nicolás II no respondió esta carta, pero el escritor de Ana Karenina siguió con su labor activista hasta su muerte en 1910. Pero lo más importante es que nos dejó un registro invaluable de su compromiso con la justicia y los derechos de loa más vulnerables.

Sin más preámbulo, a continuación puedes leer la carta de León Tostói al zar Nicolás II:

Querido hermano:

Este calificativo me parece el más conveniente porque, en esta carta, me dirijo menos al emperador y al hombre, que al hermano. Y, además, os escribo casi desde el otro mundo, encontrándome en espera de una muerte muy próxima. (...)

Una tercera parte de Rusia está sometida a una continua vigilancia policiaca; el ejército de policías conocidos y secretos aumenta sin cesar; las prisiones, los lugares de deportación y los calabozos están repletos; aparte de doscientos mil criminales de derecho común, hay un número considerable de condenados políticos entre los cuales existen ahora multitud de obreros. La censura con sus medidas represivas ha llegado hasta un grado tal que no alcanzó en los peores momentos de los años que siguieron al de 1840. Las persecuciones religiosas no fueron nunca tan frecuentes ni tan crueles como lo son ahora, y cada vez van siendo más frecuentes y más crueles.

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En las ciudades y en los centros industriales se han concentrado las tropas, que armadas de fusiles se han enviado contra el pueblo. En algunos puntos ya se han producido choques y matanzas y en otros puntos se preparan, y su crueldad aun será mayor.

El resultado de toda esta actividad cruel del gobierno, es que el pueblo agricultor, los cien millones de hombres sobre los cuales está fundada la potencia de Rusia, a pesar de los gastos del Estado que crecen considerablemente, o mejor dicho gracias a este crecimiento del presupuesto, se empobrecen de año en año, de manera que el hambre ha llegado a ser el estado normal, como igualmente el descontento de todas las clases y su hostilidad para el gobierno.

La autocracia es una forma de gobierno que ha muerto. Tal vez responda aún a las necesidades de algunos pueblos del Africa central, alejados del resto del mundo, pero no responde a las necesidades del pueblo ruso cada día más culto, gracias a la instrucción que va siendo cada vez más general. Así es que para sostener esta forma de gobierno y la ortodoxia ligada a él, es preciso, como ahora se hace, emplear todos los medios de violencia, la vigilancia policíaca más activa y severa que antes, los suplicios, las persecuciones religiosas, la prohibición de libros y de periódicos, la deformación de la educación, y en general de toda clase de actos de perversión y crueldad. Tales han sido hasta aquí los actos de vuestro reinado (...)"

León Tolstoi. Carta al Zar Nicolás II. 16 de enero de 1902.

Esta es una de las cartas más famosas de León Tolstói, por eso quise compartirla con ustedes. Existen también otras misivas que iré publicando más adelante. Mientras tanto, hoy hay un motivo más para admirar a Tolstói ¡Hasta la próxima!

Fuente: Libro Cartas de León Tolstói.