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¡Qué tal, lectores! Hoy les traigo este interesantísimo artículo que he seleccionado para ustedes y que me ha permitido conocer un poco más acerca de los ya famosos "poetas malditos", quienes con su arte y estilo de vida revolucionaron las letras de su época. Veamos quiénes son y disfrutemos con sus impresionantes historias...

Imagen tomada de Pinterest: TV5MONDE https://pin.it/1ksE4oK

La historia de los poetas malditos

Corría el año 1884 cuando se publicó el libro llamado 'Los poetas malditos', en esta interesante publicación se narraba la historia de seis poetas ¿el autor? El poeta Paul Verlaine quien pudo conocerlos personalmente y decidió referirse a ellos, eran: Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stèphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L’Isle-Adam y, por último, un tal Pauvre Lelian (Pobre Lelian), este último era el mismo Verlaine camuflado en un anagrama. 

¿Pero por qué poetas malditos? ¿Qué relación tenía la obra de estos autores con una maldición? ¿cuáles fueron los más importantes? 

Esto significaba ser un "poeta maldito"

Los criterios que convertían a un autor en poeta maldito se han debatido a lo largo de los años por los expertos en la materia. Sin embargo, uno de los rasgos más característicos sería la incomprensión que estos autores suscitaban entre sus contemporáneos; lo que buscaba Verlaine cuando escribió el libro es mostrar al mundo el tipo de arte que hacía este grupo de poetas que no habían gozado del éxito literario; en parte porque llevaban una tormentosa vida y por la naturaleza de su obra.  

Lo cierto es que con el paso de los años el término comenzó a ampliarse hasta convertirse en una lista canónica, tanto así que hoy en día podemos referirnos a poetas malditos como Charles Bukowski, Edgar Allan Poe, William Blake, Charles Baudelaire y Federico García Lorca. Sin duda, querido lector la lista es bastante larga, por eso, hoy quiero presentarte a cuatro de los "poetas malditos" más destacados en la historia. 

Charles Baudelaire (1821-1867), maldito por excelencia

Baudelaire es un 'caserito' de Blog de Mar de fondo, porque siempre comparto sus poemas más recordados. Pero esta vez encabeza la lista con la merecida etiqueta de "maldito" ¿saben por qué? Esta pregunta la responde su propio arte, con uno de sus trabajos más polémicos: Las flores del mal (1857). 

Cuando, por un decreto de las potencias supremas,

El Poeta aparece en este mundo hastiado,

Su madre espantada y llena de blasfemias

Crispa sus puños hacia Dios, que de ella se apiada:

—"¡Ah! ¡no haber parido todo un nudo de víboras,

Antes que amamantar esta irrisión!

¡Maldita sea la noche de placeres efímeros

En que mi vientre concibió mi expiación!

Charles Baudelaire también es conocido como "el padre de la poesía moderna" y con mucha razón, pues el estilo del autor francés difiere de aquel que reinaba en el silgo XIX que mantenía bases del Romanticismo. La poesía de Baudelaire apelaba a las "sensaciones" y estaba llena de imágenes y pensamientos inconexos, que luego sentarían las bases para el surrealismo. 

Baudelaire se mete en la lista de "los poetas malditos", porque su obra revolucionó la sociedad burguesa de la Francia del XIX. Las flores del mal (1857) fue incluso censurada y criticada ferozmente por el público, que lo acusaba de "atentar contra la moral". También influyó el estilo de vida del autor, quien encarnó al poeta rechazado por la sociedad que se entrega al 'sub mundo' donde impera la prostitución, el alcohol y las drogas. Baudelaire consideró a la ciudad como un escenario sombrío que embrutece al ser humano y lo degrada; la ciudad se convierte en un monstruo que se traga a sus hijos como si se tratase de Cronos. 

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En la ciudad, según Baudelaire, el poeta siente el "spleen", una palabra conocida en la época y que aludía al tedio, el hastío, el aburrimiento. Para contrarrestar ese "spleen", el autor tenía que elevarse utilizando sustancia tóxicas y sucumbiendo ante el desenfreno.  

A pesar de ello, Charles Baudelaire cultivó una relación cercana con su madre, pero muy distante y complicada con su padrastro. Muchos estudiosos de su obra atribuyen su desenfreno y perdición a la difícil etapa que le tocó vivir junto al segundo esposo militar de su querida madre. Esta habría sido la razón o una de las razones de la rebeldía del poeta.  Psicológicamente se lo relaciona con un síndrome de Edipo que se agudizaba cada vez que consumía alcohol, láudano y hachís. 

Lo genial de Baudelaire fue ese espíritu explorador. Mientras era joven frecuentaba el Barrio Latino en París, allí conoció a grandes figuras como Honoré de Balzac, también frecuentó incansablemente los burdeles, esto ocasionó que contraiga sífilis, una enfermedad que lo acompañaría de por vida y que haría estragos en su estado mental. A pesar de ello se enamoró de Jeanne Duval, la mujer que más lo cautivó y con quien mantuvo una relación de 14 años. Ella fue su inspiración y también padeció la misma enfermedad venérea. 

Arthur Rimbaud (1854-1891), el joven maldito

Jean Nicolás Arthur Rimbaud solo escribió hasta los 20 años. Este genial representante del simbolismo francés dio al mundo lo mejor de su obra durante su adolescencia y se le considera el poeta precoz. Estamos hablando de un tipo muy inteligente, superdotado y con un potencial descomunal; sin embargo, era vigilado por su madre, una viuda estricta y rígida. Esta opresión hace que Rimbaud busque escapar del seno materno y comience a expandir su deseo intelectual y creativo. Con apenas 15 años se fuga dos veces de casa, sin embargo es atrapado y obligado a retornar. 

Como en Baudelaire, es importante detenernos un momento en la psicología de Rimbaud, pues tenemos a un joven inteligente, sensible y con el deseo voraz de conocer el mundo, de vivirlo, pero que está atrapado por su madre, siempre dispuesta a cortarle las alas y regresarlo a la jaula. A pesar de este clima, Rimbaud escribió y pudo dar al mundo sus primeros poemas. Cuando en 1871 llega a París, el joven se instala en la casa de Paul Verlaine (el del libro Los poetas malditos) y su esposa. Tenía 17 años y se sentía libre de las tenazas de su madre, así comienza a experimentar la vida en la bohemia parisina, comienza a convertirse en un maldito, a llevar su estilo de vida. 

En las noches de Rimbaud nunca faltan la absenta y hachís, se hace de la fama de enfant terrible y escandaliza a la sociedad parisina; sin embargo vuelve a Charleville, su ciudad natal junto a su madre. Pero falta algo más en la historia del poeta, pues su relación con Verlaine escala a un siguiente nivel, meses después ambos inician una relación amorosa, al punto de que Verlaine abandona a su esposa embarazada y junto al joven Rimbaud viajan a Londres, donde pasan dificultades económicas y apenas se sostienen dando clases de francés. La relación se vuelve tormentosa y violenta, el poeta mayor era una alcohólico peligroso. 

La historia nos dice que cierta noche mientras la pareja se había instalado en Bruselas (huyendo de la crítica escandalizada de los londinenses a su relación), Verlaine dispara dos veces contra Rimbaud, el primer balazo alcanza al joven poeta en la muñeca; el segundo rebota en la pared. El maduro Verlaine estaba tan borracho que perdió la razón, estaba iracundo y dispuesto a cometer un crimen, pues éste vuelve a cagar la pistola, pero el joven poeta logra huir y denunciarlo. Verlaine es acusado de intento de asesinato y también por corromper a un menor, pues en esa época la homosexualidad estaba penalizada y Rimbaud tenía 19 años. 

Ambos poetas malditos solo se volverían a ver por última vez en 1875.  Mientras Verlaine se encontraba en prisión, Rimbaud escribió una obra: Una temporada en el infierno, un fantástico poema en prosa en el que narra la aterradora y tóxica relación con el poeta Verlaine. Iluminaciones (1874) sería su última obra. Después de ello, Rimbaud guardaría la pluma para dedicarse al tráfico de armas. Maldito para siempre. 

Paul Verlaine (1844-1896), "maldito" casi asesino 

Queridos lectores, hasta aquí ya hemos conocido algunas características del poeta Verlaine, quien aparece como el último de los poetas malditos en su libro. Verlaine decide incluirse por que su alma atormentada también se identificaba con los excesos de la época; preso del alcohol, hemos leído como casi mata a Rimbaud y se refiere también que maltrataba tanto a su madre como a su mujer, Mathilde, a quién abandonó en 1871. 

Dejamos a Verlaine en la cárcel por atentar contra la vida de su amante, allí se convirtió al catolicismo de manera apasionada, era el poeta que buscaba la redención y que en ese proceso lucha con visiones que rosan la locura. Paul Verlaine encarna a uno de los más importantes representantes del simbolismo francés. En su juventud colaboró con los parnasianos (movimiento esteticista que toma el nombre del Parnaso griego), en esa época salen a la luz sus Poemas saturnianos (1866) lo que lo llevó a gozar de cierto reconocimiento durante su vida y en 1896 se le nombró "príncipe de los poetas", distinción que le otorgaba una pensión. Pero al final de su vida se ve abandonado por su esposa, por su joven amante Rimbaud y está solo y enfermo.  Muere con apenas 51 años y desde entonces se recoge una anécdota, pues cuando su féretro pasaba por la Ópera, la estatua que representa a la Poesía perdió un brazo, que cayó al suelo junto a la lira que sujetaba. Verlaine estaba "maldito". 

Edgar Allan Poe (1809-1849), padre de los malditos

Sin bien Poe no aparece en la lista de Paul Verlaine, es por excelencia un "poeta maldito", pues todos los poetas que he mencionado están de cierto modo bajo la influencia de su obra. El genio de los Estados Unidos, es considerado un maestro de maestros; Edgar Allan Poe es el exponente cumbre del relato gótico. El mismo Baudelaire tradujo su obra al francés y se mostró fascinado por el famoso relato El gato negro. Ese aire sombrío que solía darle Poe a sus relatos también se puede apreciar en Las flores del mal. 

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Cuando Poe nació solo era Edgar Poe, la prematura muerte de sus padres hizo que cayera en manos de una familia adinerada al sur de Estados Unidos, los Allan, quienes no tenían hijos propios. Así, nuevamente se activa el patrón de un "poeta maldito", Los nuevos padres del escritor marcaron su vida, si bien su madre adoptiva era amorosa y atenta con él, su padre por el contrario siempre lo vio como un capricho producto de la mala suerte de tener una esposa estéril. El señor Allan nunca adoptó al joven Poe. 

Cuando muere la señora Allan, Edgar siente su partida, se vuelve una persona reservada, taciturna, carente de afecto. Encontró a las únicas parientes de sangre que le quedaban con vida, la señora Clemm y su hija Virginia de 13 años con quien más tarde se casaría cuando él tenía 30 años. Una relación inquietante. 

En cuanto a lo literario, Poe siempre tuvo claro que sería un poeta; sin embargo, se dio con la realidad de que de la poesía no se podía vivir y por eso se inclinó también al periodismo. A pesar de ser un excelente escritor que llevaba suscriptores para el periódico donde escribiera, siempre vivió al borde de la miseria. También, el "poeta maldito" Poe, era alcohólico y esta enfermedad se agravó más cuando su esposa Virginia muere de tuberculosis. Esa crisis llevó a Poe a una profunda depresión de la que no pudo escapar en su totalidad y moriría dos años después que su esposa, siendo encontrado en un callejón de la ciudad de Baltimore, con unas ropas que no eran suyas. Abatido y delirante, perdió la vida en el hospital con tan solo 40 años. 

Referencias: 

Baudelaire, C. (2011). Las flores del mal, Alianza Editorial.
Poe, E. (2019). Cuentos completos, Pluton Ediciones.
Starkie, E. (2007). Arthur Rimbaud, una biografía. Ed. Siruela.
Verlaine, P. (2018), Los poetas malditos, Eneida Editorial.