¡Qué tal, lectores! Muchos coincidimos en que 'El viejo y el mar' es la obra maestra de Ernest Hemingway, la novela por excelencia. Este gigante de la literatura hizo un derroche de talento y carisma mientras estuvo entre nosotros y hoy les recordaré la vez que el Nobel estadounidense visitó la localidad de Cabo Blanco en Perú, para convivir cerca a una caleta de pescadores en la búsqueda del famoso Marlin negro, el pez de la afamada novela ¡Leamos!
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| Ernest Hemingway, der Mann des Meeres, auf dem peruanischen Pazifik. Cabo Blanco, im April 1956. Photo by Modeste von Unruh. |
Al norte de Perú se encuentra el pueblito de Cabo Blanco, una caleta de pescadores que tiene el honor de haber sido la única localidad de Sudamérica que pisó el Nobel de Literatura Ernest Hemingway hace más de seis décadas. Aquella ocasión los habitantes se prepararon para recibir al legendario escritor, un clásico en vida que al igual que su personaje venía con un objetivo: encontrar al pez Marlin.
Estos detalles puedes encontrarlos en el libro "Hemingway desconocido" de la editorial DEBATE. Aquí se narra no solo el viaje a Perú, sino también otras anécdotas que rodean al Nobel; el autor es Omar Zevallos, periodista y amante de la obra de Hemingway.
En total fueron 36 días los que permaneció Hemingway en esta localidad que hoy que alberga a surfistas que buscan pasar un verano lejos de la ciudad.
¿Para qué vino Hemingway a Perú?
Si bien el objetivo del Nobel era pescar al Marlin negro, la razón que acompañaba su intención era la de filmar escenas de la película sobre su libro "El viejo y el mar". Zevallos recuerda que no fue sencillo reconstruir la historia ya que son muchas las anécdotas que se tejen en torno a la visita del escritor. En el libro se narra que Hemingway aterrizó el 16 de abril de 1956 en una pista ubicada a mil kilómetros al norte de Lima; vestía un traje gris y un gorro blanco e iba acompañado de su esposa Mary Welsh.
Eran las 8 de la mañana cuando el avión Douglas DC-6b de la compañía aérea Panagra procedente de Miami, aterrizó en el viejo aeropuerto. El ruido de los cuatro motores del avión apenas permitía la conversación entre los reporteros que habían viajado especialmente desde la capital para estar allí.
La tensión iba en aumento y los minutos en que demoraba en estacionarse aquel enorme avión de pasajeros, hacían interminable la espera; hasta que finalmente se detuvo y momentos más tarde se abrió la puerta y una bella aeromoza de cabello rubio asomó su cuerpo hacia la escalinata. Detrás de ella apareció la enorme figura del famoso escritor norteamericano Ernest Hemingway. Vestía un traje gris y tenía puesto un gorro blanco. Descendió lentamente la escalinata, seguido de su esposa, Mary Welsh y apenas divisó a los reporteros levantó la mano y dijo en perfecto castellano: “Hola, colegas”.
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Era la primera vez que Hemingway visitaba un país sudamericano; de modo que se trataba de un acontecimiento muy importante, así que los principales periódicos de la época enviaron a sus mejores redactores y dedicaron al escritor sus primeras planas. Las crónicas de estos colegas sirvieron como insumo a Zevallos para rehacer el viaje de Hemingway a Perú.
"Y así, se sabe que el plan del escritor era, fundamentalmente, capturar un ejemplar del marlin negro —que retrataba en su libro 'El viejo y el mar'— de las dimensiones que se requerían para el filme. Por eso, Hemingway salió a pescar diariamente con su caña de bambú prensado y en una embarcación bautizada como Miss Texas", menciona el periodista.
Mientras vivió esos 36 días en tierras peruanas, Ernest Heminway dotado de una sencillez encantadora, se hospedó en la habitación número 5 de Cabo Blanco Fishing Club, que en aquella época era un exclusivo club de pesca al que solo accedían multimillonarios y personalidades de la época, como Marilyn Monroe.
Unas de las fuentes de Zeballos fue el barman del club, el señor Pablo Córdova, quien según se detalla en el libro, se convertiría en su confidente de los días de pesca en Perú. Hemingway se alzaba muy temprano a desayunar, se servía dos huevos duros con tostadas untadas con mantequilla y bastante café. Cuando el reloj daban las 8 de la mañana ya se encontraba navegando las aguas del litoral peruano.
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Aquí una breve reproducción de la conferencia de prensa improvisada que ofreció el Nobel Ernest Hemingway, y que podemos encontrarla en el libro "Hemingway desconocido".
Las preguntas iban y venían, Hemingway las respondía todas, algunas con frases cortas y otras que terminaron en profundas reflexiones.
-¿En cuánto tiempo escribió “El viejo y el mar”?
La escribí en 80 días, pero la pensé 13 años. Lo que quiere decir que primero hay que vivir y luego escribir sobre una verdad profunda, y eso tiene más valor que la misma literatura.
-¿Cuál es su próxima aventura?
No se, las aventuras vienen a buscarme.
-¿Es usted republicano o demócrata?
Ni lo uno ni lo otro. Mis antepasados sí fueron políticos. Mi abuelo era muy jodido. Fue un republicano que nunca se sentó a la mesa con un demócrata.
-¿Es verdad que le gusta la bebida?
Los periodistas tenemos que aguantar tanto que sólo nos calma la bebida.
-¿Y no le hace daño?
Nunca me ha hecho daño.
-¿Cómo se explica que siempre haya salido vivo de los accidentes?
He tenido suerte.
-¿Suerte o es que usted no le tiene miedo a la muerte?
¿La muerte? –se repreguntó Hemingway- La muerte es una puta más con la que no quiero acostarme.
En ese momento el avión de Panagra encendió sus hélices y la ráfaga de viento casi vuela el gorro del escritor; este logró cogerlo y dijo sonriente: “Cómo jode este avión”. Allí terminó la conferencia de prensa...
Espero querido lector que este post haya sido de tu agrado y que te animes a leer el libro completo, pues está narrado con una fluidez impecable y cuenta con apenas 111 páginas; y si estás en Perú puedes conseguirlo a S/ 9.90 (dos dólares y medio aproximadamente). Si te gustó este artículo, déjame un comentario o cuéntame qué es lo que más te gusta de la obra de Ernest Hemingway ¡Hasta la próxima!
Fuentes: Andina Perú/Altodelaluna.com/Hemingway desconocido.