Dos poemas de Charles Bukowski que contienen los mejores consejos para escribir y leer

¡Hola, lectores! Nuevamente por aquí para traerles más novedades y rebuscados temas del mundo de la literatura. En esta oportunidad, leyendo un poco al maestro Charles Bukowski (1920-1994) encontré dos poemas que bien pueden convertirse en grandes consejos si quieres ser un escritor o simplemente quieres entender mejor la obra de Bukowski ¡Leamos!

Consejos de Charles Bukowski para escritores
Imagen tomada de Pinterest y editada en CVPro. 

El estilo de Charles Bukowski

Comprendo que a mucha gente no le guste el estilo de Bukowski, ya que quizá muchos de sus textos rosen con el escándalo, pero tenemos que tener en cuenta que forjar un nuevo modo de narrar nunca fue fácil. Antes de Bukowski, en el siglo XIX, autores de Europa como Flaubert o Baudelaire la pasaban muy mal ante la crítica, tildados de inmorales y trasgresores del orden natural del arte. 

Por eso creo que a Bukowski hay que tomarlo con pinzas y escoger lo que más nos guste de él y no juzgarlo simplemente por su lenguaje procaz. Aquí te explico un poco más acerca del estilo del maestro: 

Lo que se nota de Bukowski es esa búsqueda del expresar el realismo brutal y crudo y esto solo se podía lograr siendo directo y sin cesura. Quien ha leído sus textos puede apreciar que a menudo emplea descripciones explícitas de la vida cotidiana en temas como el alcoholismo, la pobreza, la violencia y el sexo. 

Por eso, el lenguaje vulgar y coloquial fue su mayor insumo. Así pudo llegar a miles de lectores, pues empleaba un lenguaje simple que permitía comprender mejor la vida de sus personajes, en su mayoría gente marginada como en el cuento "La mujer más hermosa del mundo". 

No olvidemos tampoco que hay mucho de autobiografía en la obra de Bukowski. Gran parte de sus libros están basados en su propia vida, para lo cual utilizaba su famoso alter ego, Henry Chinaski, y desde él contaba historias cautivadoras como por ejemplo su experiencia como trabajador de oficina, bebedor habitual y hombre de relaciones tóxicas y promiscuas.

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El humor en las obras de Bukowski

Los expertos en la obra del poeta estadounidense afirman que expresaba un estilo minimalista que, a pesar de ser denso y muchas veces duro como en el cuento "Besaste a Lily", se dejaba entender porque utilizaba frases cortas y un ritmo rápido que depuraba lo superfluo y sostenía un enfoque en la esencia de la experiencia humana.

Esta manera de escribir le permitía emplear un humor oscuro (humor negro) ya que tenía un agudo sentido que recurría al sarcasmo y la ironía. 

Dos poemas de Charles Bukowski


No existe un número exacto de todos los poemas que dejó Bukowski, pero se entiende que aproximadamente son 1000 los títulos que llegó a escribir desde la década de 1940 sin parar hasta el día de su muerte en 1994. Los poemas de Charles Bukowski han sido recopilados en numerosos libros y antologías, donde los más conocidos son: 
  1. "Love is a Dog from Hell" (1977)
  2. "The Last Night of the Earth Poems" (1992)
  3. "The People Look Like Flowers at Last" (2007)
  4. "You Get So Alone at Times That It Just Makes Sense" (1986)
  5. "The Pleasures of the Damned: Poems, 1951-1993" (2007)

Entre ese grupo de 1000 poemas se encuentran estos dos que he seleccionado por estar ligados a la vida de un escritor y a su deseo de escribir. Así que si estás pensando en emprender tu nuevo camino literario, tal vez estos poemas de Bukowski tengan algo que decirte...



¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del computador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa solo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.



Me gusta pensar en escritores como James Joyce,
Hemingway, Ambrose Bierce, Faulkner, Sherwood
Anderson, Jeffers, D. H. Lawrence, A. Huxley,
John Fante, Gorki, Turgenev, Dostoievski, Saroyan,
Villon, incluso Sinclair Lewis, y Hamsun, incluso T. S.
Elliot y Auden, William Carlos Williams y
Stephen Spender y el valiente de Ezra Pound.

Me enseñaron tantas cosas que mis padres
nunca me enseñaron, y
también me gusta pensar en Carson McCullers
con su Café Triste y Ojo Dorado.
ella me enseñó muchas cosas que mis padres
nunca supieron.

Me gustaba leer los libros de tapa dura de las bibliotecas
en su simple encuadernación de biblioteca
azul y verde y marrón y rojo claro
me gustaban los viejos bibliotecarios (varones y mujeres)
que te miraban seriamente
si tosías o te reías muy fuerte,
y aún cuando se parecían a mis padres
en realidad no había ninguna similitud.

Ahora ya no leo a estos autores que alguna vez leí
con tanto placer,
pero es bueno pensar en ellos,
y también me
gusta mirar las fotografías de Hart Crane y
Caresse Crosby en Chantilly, 1929
o las fotos de D. H. Lawrence y Frieda
asoleándose en Le Moulin, 1928.
Me gusta ver a André Malraux en su traje de aviador
con un gatito en el pecho y
me gustan las fotos de Artaud en el loquero
Picasso en la playa con sus fuertes piernas
y su cabeza pelada, y también está
D. H. Lawrence ordeñando esa vaca
y Aldous en Saltwood Castle, Kent, Agosto de
1963.

Me gusta pensar en toda esta gente
que me enseñaron tantas cosas que yo
nunca había imaginado antes.
y me enseñaron bien,
muy bien
cuando eso era tan necesario
me mostraron tantas cosas
que nunca creí que fueran posibles.
Todos esos amigos
bien adentro de mi sangre
quienes
cuando no había ninguna oportunidad
me dieron una.

Espero, lector, que hayas disfrutado y aprendido tanto como yo de este artículo de Bukowski. Sin duda es un autor que veremos frecuentemente por este espacio, así que si te gusta algo de la obra de este escritor puedes hacérmelo saber en los comentarios con tu nombre. 

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¡Nos leemos! 



Mar de fondo

𝑆𝑜𝑦 𝐵𝑟𝑦𝑎𝑛 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑐𝑟𝑒𝑧 (Lima, 1990) creador del Blog de Mar de fondo. Estudié Comunicaciones, Sociología y estoy escribiendo un libro. Soy un amante de los cuentos, cartas, diarios y novelas. Convencido de que "𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜"

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