La vida de Guy de Maupassant
Ya he hablado anteriormente sobre la locura que condenó a Maupassant en sus últimos días, hasta el punto de terminar con una camisa de fuerza, como lo relaté aquí. Sin embargo, su obra tiene matices de una tragedia griega, donde sus personajes son víctimas del destino y la desgracia los acecha a cada paso.
Maupassant estaba obsesionado con la muerte desde joven. Existen registros de intentos de suicidio debido a su sufrimiento físico y mental, los cuales parecían no tener cura. Todo indica que sus padecimientos eran hereditarios, ya que en su familia también hubo antecedentes de enfermedades mentales y físicas. La primera advertencia de su declive fue la sífilis, que contrajo de joven y que a lo largo de su vida le causó fuertes dolores de cabeza y deterioro neurológico.
Para sobrellevar su sufrimiento, Maupassant recurrió al alcohol y las drogas, aunque solo le proporcionaban alivio momentáneo. Sin embargo, lo peor estaba por llegar.
El deterioro psíquico en sus obras
Muchas de las obras de Guy de Maupassant reflejan su deterioro mental. En particular, algunos relatos evidencian una mente atormentada por la locura y la paranoia.
"La noche"
En este cuento, el protagonista se pierde en una noche infinita, un simbolismo claro del aislamiento y la desesperación del autor. La narración en primera persona comienza con una exaltación de la vida nocturna:
"A medida que crece la sombra me siento distinto, más joven, más fuerte, más activo, más feliz".
Pero pronto, el relato adquiere un tono fantástico y aterrador. El personaje principal empieza a notar que el tiempo no avanza:
"El caso es que fue ayer. ¿Fue ayer? Sí, sin duda, a no ser que haya sido antes, otro día, otro mes, otro año. No lo sé. Debió ser ayer, pues el día no ha vuelto a amanecer, pues el sol no ha vuelto a salir".
El protagonista recorre los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y el bulevar de París, pero todo está vacío. Nadie responde a sus llamados, la ciudad parece muerta y el horror se apodera de él cuando se da cuenta de que el "mañana" nunca llega.
Este relato, publicado en 1887, apareció cinco años antes del último intento de suicidio de Maupassant, después del cual fue internado en una clínica en Passy.
El Horla
Tal vez "El Horla" sea uno de los cuentos más icónicos de Maupassant, junto con "Bola de sebo", aunque el primero refleja más su estado mental. Es una obra maestra del terror psicológico.
En este relato, el protagonista sospecha que una entidad invisible entra en su habitación por las noches y bebe el agua y la leche que deja en su mesita. La paranoia crece cuando observa que una flor es arrancada de la tierra por unas manos invisibles.
El personaje, desesperado, consulta libros de seres sobrenaturales y encuentra información sobre El Horla, una criatura que parece atormentarlo. Desde ese momento, inicia una lucha contra este ser, una batalla que simboliza la guerra interna de Maupassant contra su propia psicosis.
La obra completa de Maupassant
Si bien no podemos afirmar con certeza cuánto de su obra es producto directo de su deterioro mental, es innegable que su experiencia personal influenció sus relatos. Su paso por el ejército en la guerra franco-prusiana se refleja en cuentos como "Mademoiselle Fifi", "La loca" y "Bola de sebo", publicados en 1880, los cuales lo catapultaron a la fama.
Por otro lado, su infancia en una finca le permitió familiarizarse con la vida rural, algo que plasmó en relatos como "Historia de una moza de hacienda", "Una partida de campo" y "En el campo".
Otros cuentos de terror
Además de "El Horla" y "La noche", Maupassant escribió otros relatos de terror que consolidaron su fama como maestro del género:
"Madame Hermet" y "Un loco", donde se narra la historia de un juez que, tras su muerte, se descubre como un asesino en serie.
"El ahogado" y "Aparición", donde el protagonista es atormentado por fantasmas en circunstancias inquietantes.
Su literatura evolucionó desde relatos con toques siniestros y humor negro hasta historias cargadas de terror, angustia y muerte.
Si te gustó este artículo, ¡comenta! ¿Cuál es tu cuento favorito de Maupassant? ¡Nos leemos en otro post!TE RECOMIENDO, LECTOR: Guy de Maupassant escribe sobre las reglas para crear una novela
La noches y El Horla
Maupassant no siempre fue un hombre atormentado. De joven, era un gran remero y un seductor en los salones de París. Su mentor, Gustave Flaubert, lo describía con sorna:
"Siempre con las mujeres, grandísimo cerdo".
Sin embargo, su vida cambió cuando contrajo sífilis, una enfermedad que deterioró su salud. En 1889, su hermano Hervé murió debido a una afección nerviosa similar a la que había matado a su madre en 1877, con síntomas parecidos a los que padecía Guy.
Presagiando su final, Maupassant comenzó a escribir compulsivamente, publicando cuentos y novelas con pocos meses de diferencia. Para estimular su creatividad, recurría al hachís, la cocaína y el éter, lo que aceleró su deterioro. En 1891, tras su última publicación, intentó suicidarse.
Al final de su vida, su cuerpo estaba cubierto de cicatrices autoinfligidas. En una de sus cartas escribió:
"Tengo miedo de mí mismo. Tengo miedo del miedo, pero sobre todo tengo miedo de la espantosa confusión de mi espíritu, de mi cordura, sobre la cual ya no tengo dominio".
Falleció el 6 de julio de 1893. Se dice que su médico, el doctor Blanche, pudo haberlo ayudado a "bien morir" con una sobredosis de medicamentos.
Es una fortuna para mí haberme encontrado contigo, un joven apasionado por la literatura, generoso y c. on talento. Tu seleccion de textos y autores , a mi entender es impecable, así como las características de las biografías biográficas de.excelsos autores. He leído a Maupassant, pero no en edtos tipos de vuentos donde incursiona lo fantástico, más bien los que involucran a la guerra Franci prusiana,ycomo dos amigos, exquisito a mi entender. Reitero felicitacuones.
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EliminarLa fortuna la tengo yo por tener lectores tan comprometidos como tú! te mando un abrazo
EliminarGracias por los cuentos y las historias, seguro nos ayudan en muchos aspectos
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