Estas son las palabras en castellano que desaparecieron (y están por desaparecer)

¡Hola, lectores! Seguramente se han preguntado qué pasó con las palabras que escuchábamos de niños en nuestros abuelos. Y es que el idioma español evoluciona constantemente, y con ello algunas palabras, antes comunes, empiezan a desaparecer del uso cotidiano. Por eso hoy recordamos algunas palabras que desaparecieron y están por desaparecer en nuestro idioma ¡Leamos!

las palabras en castellano que desaparecieron (y están por desaparecer)
Real Academia de la Lengua Española


Es una verdad que con el paso del tiempo existen modas lingüísticas y los tecnicismos modernos que determinan qué palabras se van quedando atrás y cuáles las reemplazar. Esto sucede, sobre todo, con términos de uso coloquial o regional. Entonces, siendo el mundo un lugar tan variado, muchas de estas palabras pierden terreno frente a un nuevo modo de decir las mismas cosas.

La progresiva pérdida de estas expresiones, demuestra también la transformación de las costumbres sociales. Recordemos que el peligro de extinción lingüística no se produce solo en la gramática o la sintaxis, sino que también impacta en las palabras cargadas de historia y sus matices culturales.

Palabras en peligro de extinción o desuso:



  • ABACOMITE.-Proviniente del latín «abbas, abatis», abad; y de «comes-comitis», compañero, conde, se llamaba así en el medievo al abad que ostentaba al tiempo el título de conde, o bien al señor que tenía encomendada una abadía.
  • ACARREAR.- Se deduce por sí mismo: transportar en carro. Sin embargo, en otros tiempos significaba específicamente el transporte en carros de la mies segada, desde la tierra a la era, para ser trillada. Era ésta una labor penosa que para buscar las horas de menos calor se hacía de noche. Entonces, los labradores dormían dos o tres horas diarias, y para no dormirse durante el acarreo nocturno, cantaban por el camino. Palabra y costumbre ya en completo desuso por la mecanización del campo
  • ACEMILA.- Del árabe, «al-zamila», la bestia de carga. Se refería al macho o mula de carga, que era la más común utilización de la palabra respecto del concepto. Sin embargo, también se llamaba así antiguamente a una carga o tributo que se imponía al pueblo.
  • ADAFINA.- He aquí el ascendiente del «cocido». Entre los judíos castellanos de los siglos XIV y XV, la adafina se llamaba a un alimento compuesto por distintos ingredientes, a saber: fideos, garbanzos, habas, verduras, carne de ternera o de ave, el cual se tomaba de forma perfectamente diferenciada: primeramente los fideos: después, los garbanzos o verduras y, finalmente, la carne.

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  • CUCHIPANDA.- Cuchipanda se refiere a una comida o reunión festiva llena de alegría y desinhibición, donde las personas se juntan para disfrutar de la compañía y la comida sin restricciones. A pesar de su encanto, ha ido quedando en desuso frente a expresiones más actuales como "comilona" o "fiesta".
  • ARCHUIPERRES.- Hace referencia a objetos sin valor o cosas variadas, como trastos o utensilios innecesarios. Este término, utilizado con frecuencia en el lenguaje rural, ha sido desplazado por palabras más genéricas como "cachivaches".
  • ÑIQUEÑAQUE.- Esta palabra se emplea aún para señalar algo sin importancia o de mala calidad. Su tono despectivo añade un matiz interesante, aunque hoy en día ha caído en desuso, sustituido por otras expresiones como "baratija" o "porquería".
  • BADIL.- Del latín «batillum», también conocido como badila, era -aún es, aunque cada vez menos-, un instrumento manual constituido por una barra delgada de hierro cuyo extremo se ensanchaba circularmente, cóncava en su centro, que servía para cubrir la superficie externa de las brasas y carbón de encina del brasero con ceniza.
  • BECERRO.- No se trata de la cría de la vaca, sino al libro en que en iglesias y monasterios antiguos se manuscribían sus privilegios y propiedades. Si se trata del Becerro de las behetrías, es el libro manuscrito conservado en la Real Chancillería de Valladolid, en el que minuciosamente se describe la naturaleza y origen de la nobleza española en el último tercio de la Edad Media, mandado hacer por Pedro I de Castilla, y antes por su padre, Alfonso XI, en el año 1340.
  • BEHETRIA.- Antiguamente con este vocablo se significaba el hecho jurídicamente reconocido en virtud del cual los vecinos de un pueblo, no vasallos, sino libres y dueños absolutos de sí mismos, podían hacer cesión provisional de su libertad en favor de un señor, a cambio de su protección en «casus belli», situación que se dio fundamentalmente en la época de la Reconquista.
  • BLANCA.- En siglos pasados, moneda de ínfimo valor, que equivalía a medio maravedí. De aquí la expresión «estoy sin blanca», para significar la ruina total o la carencia de dinero. Hoy equivaldría a unos pocos céntimos de peseta.
  • BELLACO.- De dudoso origen, pero probablemente derivado del celta «bakkollarkkos», significaba campesino, y en sentido peyorativo, palurdo; pero en la Edad Contemporánea se aplicaba a la persona de baja estofa, ruin, taimado. Era uno de los peores calificativos que se le podían aplicar a alguien, para designarle como perteneciente a lo más abyecto y despreciable.
  • CARRUQUERO.- En los siglos XVI al XVIII, por este nombre se conocía al que conducía un carro; es decir, al carretero.
  • CEBAR.- Voz desaparecida en cuanto que antes de existir la electricidad en los pueblos había velas y candiles. Estos eran unos instrumentos provistos de mecha y aceite, que servían para dar luz, aunque fuera mortecina. Al hecho de reponer el aceite sin el cual la mecha que debía impregnarse de él no daba luz, se llamaba cebar: cebar el candil.
  • CELOSIA.- Derivada del latín «celo-as-avi», celar, ocultar, encubrir, era el enrejado de madera o hierro que formaban huecos romboidales y servía para proteger las ventanas de miradas indiscretas desde el exterior de la vivienda. Hoy, en Castilla, sólo existen en los conventos de clausura femeninos erigidos en pasados siglos.
  • CENTIMO.- Aunque hoy esta palabra aún no es obsoleta, sí lo es en cuanto a su sentido numismático, ya que céntimo, del latín «centesimum», hasta hace medio siglo era una moneda de curso legal, que equivalía a la centésima parte de la peseta. Hasta mediados del presente siglo circularon monedas de un céntimo y de dos céntimos. Hoy, ya no existen.
  • COBERTOR.- Vocablo hasta no hace muchos años en uso, que significaba el equivalente a colcha, o manta de abrigo para la cama, o cubretodo. Fue un término normalmente utilizado hasta pasado el primer tercio del siglo XX.
  • COLLERA.- En el medio rural siempre se ha conocido esta palabra como la indicada para señalar el aparejo que se ponía al pescuezo de los animales de labranza para que no le hiriese al tirar del carro o del arado.

Falta de transmisión cultural


Lectores, muchas de estas palabras se han perdido no solo por un cambio en el modo de vivir o la evolución de las sociedades, sino también por la falta de transmisión cultural. Así, términos como cuchipanda o archiperres podrían utilizarse tranquilamente en la actualidad, si verdaderamente quisiéramos rescatarlos del desuso. 

Recordemos también que actualmente existen alrededor de 580 millones de hablantes hispanos repartidos entre España y América Latina, y es el idioma oficial en 21 países.


El papel de la RAE


Es la Real Academia Española (RAE), la que se encarga de cuidar el buen uso y la conservación de la lengua, por esta razón ha sido testigo de la evolución lingüística y ha ido retirando del diccionario oficial términos que van cayendo en desuso o que han sido reemplazados por otros más contemporáneos.

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Esta "eliminación de palabras" no es algo que pase todos los días. Cuando se identifica un término caído en desuso, se evalúa cuidadosamente para determinar si debe eliminarse de la edición vigente del diccionario (o si se conservan acompañados de alguna anotación).

Si se deben "eliminar", estas quedan archivadas en ediciones anteriores. A continuación te presento 25 términos obsoletos que la RAE se encargo de eliminar. A la fecha ha retirado 2.793 palabras que dejaron de usarse en los últimos 100 años.

  • Aborrecedero: algo que causa rechazo o aversión.
  • Adéfago: persona que come en exceso.
  • Ahogaviejas: planta de tallo delgado.
  • Almazuela: un tipo de colcha o manta hecha de retazos de tela.
  • Bajotraer: sinónimo de abatimiento o humillación.
  • Camasquince: se dice de una persona entrometida.
  • Chicuelo: diminutivo de chico.
  • Cocadriz: nombre femenino del cocodrilo.
  • Demoranza: demora, tardanza, dilación.
  • Desarrebozadamente: sin rebozo, clara y abiertamente.
  • Durindaina: sinónimo de justicia.
  • Enclarar: aclarar.
  • Ergullir: cobrar orgullo, envanecerse, infundir soberbia.
  • Fabulizar: inventar cosas fabulosas.
  • Gallinoso: alguien tímido, pusilánime, cobarde.
  • Manaza: femenino aumentativo de mano.
  • Minguado: adjetivo antiguo de menguado, cobarde.
  • Neoplasma: tejido celular anormal de nueva formación.
  • Ochentañal: se dice de la persona de ochenta años.
  • Palacra: pepita de oro.
  • Pilluelo: diminutivo de pillo, persona pícara y hábil para engañar a los demás.
  • Porfijar: prohijar, adoptar a alguien como hijo.
  • Quizabes: denota posibilidad, quizá.
  • Vosco: antigua forma de decir “con vos” o “con vosotros”.
  • Zozobrante: Que está en peligro de naufragar o hundirse.

TE RECOMIENDO, LECTOR: La radical diferencia ente el castellano medieval y moderno en el "Cantar de Mio Cid"


Así, llegamos al final de este artículo y si te gustó o recuerdas una frase que ya no se use en tu ciudad o país te invito a compartirla en los comentarios. Sin duda, cada término retirado u olvidado es un vestigio de una era, una costumbre o un concepto que alguna vez fue relevante para nuestros antepasados. ¡Nos leemos en otro post!


Fuente: Biblioteca de Miguel de Cervantes.
Mar de fondo

𝑆𝑜𝑦 𝐵𝑟𝑦𝑎𝑛 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑐𝑟𝑒𝑧 (Lima, 1990) creador del Blog de Mar de fondo. Estudié Comunicaciones, Sociología y estoy escribiendo un libro. Soy un amante de los cuentos, cartas, diarios y novelas. Convencido de que "𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜"

5 Comentarios

  1. En todo México es común el término "acarreo", refiriéndose a la acción de "facilitar la transportación" a múltiples personas a un mitin o acto político.
    En Chihuahua, estado fronterizo con los EEUU, el término "collera" se utiliza entre los Rarámuri –pueblo originario que habita en la Sierra Tarahumara– para coronar su cabeza, es un enredo de tela roja que circunda la coronilla de mujeres y hombres.

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  2. Por favor señores: ¿Cúando se van a enterar de que las mayúsculas también hay que ponerles tilde? Hablan de lengua y meten la pata hasta las orejas.

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  3. Yo aún empleo la palabra "manazas". Por ejemplo, al relatar la experiencia de una limpieza dental con una higienista ahí. Vaya manazas que tenía... No volví más nunca a aquella clínica dental en mi santa vida!

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