¡Buenas noches, lectores! El cuento borgiano de esta jornada es El disco, una magn铆fica y breve historia del narrador argentino. Como cada semana no puede faltar un cuento de este calibre y estoy agradecido por la acogida que tiene gracias a ustedes. Ya saben que pueden seguir aqu铆 el Tiktok de Mar de fondo ¡Disfruta tu lectura!
![]() |
Imagen tomada de Pinterest: https://pin.it/4FCNzoX |
EL DISCO
Soy le帽ador. El nombre no importa. La choza en que nac铆 y en la que pronto habr茅 de morir queda al borde del bosque. Del bosque dicen que se alarga hasta el mar que rodea toda la tierra y por el que andan casas de madera iguales a la m铆a. No s茅; nunca lo he visto. Tampoco he visto el otro lado del bosque. Mi hermano mayor, cuando 茅ramos chicos, me hizo jurar que entre los dos talar铆amos todo el bosque hasta que no quedara un solo 谩rbol. Mi hermano ha muerto y ahora es otra cosa la que busco y seguir茅 buscando. Hacia el poniente corre un riacho en el que s茅 pescar con la mano. En el bosque hay lobos, pero los lobos no me arredran y mi hacha nunca me fue infiel. No he llevado la cuenta de mis a帽os. S茅 que son muchos. Mis ojos ya no ven. En la aldea, a la que ya no voy porque me perder铆a, tengo fama de avaro, pero ¿qu茅 puede haber juntado un le帽ador del bosque?
Cierro la puerta de mi casa con una piedra para que la nieve no entre. Una tarde o铆 pasos trabajosos y luego un golpe. Abr铆 y entr贸 un desconocido. Era un hombre alto y viejo, envuelto en una manta ra铆da. Le cruzaba la cara una cicatriz. Los a帽os parec铆an haberle dado m谩s autoridad que flaqueza, pero not茅 que le costaba andar sin el apoyo del bast贸n. Cambiamos unas palabras que no recuerdo. Al fin dijo:
—No tengo hogar y duermo donde puedo. He recorrido toda Sajonia.
Esas palabras conven铆an a su vejez. Mi padre siempre hablaba de Sajonia; ahora la gente dice Inglaterra.
Yo ten铆a pan y pescado. No hablamos durante la comida. Empez贸 a llover. Con unos cueros le arm茅 una yacija en el suelo de tierra, donde muri贸 mi hermano. Al llegar la noche dormimos.
$ads={2}
Clareaba el d铆a cuando salimos de la casa. La lluvia hab铆a cesado y la tierra estaba cubierta de nieve nueva. Se le cay贸 el bast贸n y me orden贸 que lo levantara.
—¿Por qu茅 he de obedecerte? —le dije.
—Porque soy un rey —contest贸.
Lo cre铆 loco. Recog铆 el bast贸n y se lo di.
Habl贸 con una voz distinta.
—Soy rey de los Secgens. Muchas veces los llev茅 a la victoria en la dura batalla, pero en la hora del destino perd铆 mi reino. Mi nombre es Isern y soy de la estirpe de Od铆n.
—Yo no venero a Od铆n —le contest茅—. Yo venero a Cristo.
Como si no me oyera continu贸:
—Ando por los caminos del destierro pero a煤n soy el rey porque tengo el disco. ¿Quieres verlo?
Abri贸 la palma de la mano que era huesuda. No hab铆a nada en la mano. Estaba vac铆a. Fue solo entonces que advert铆 que siempre la hab铆a tenido cerrada.
Dijo, mir谩ndome con fijeza:
—Puedes tocarlo.
Ya con alg煤n recelo puse la punta de los dedos sobre la palma. Sent铆 una cosa fr铆a y vi un brillo. La mano se cerr贸 bruscamente. No dije nada. El otro continu贸 con paciencia como si hablara con un ni帽o:
—Es el disco de Od铆n. Tiene un solo lado. En la tierra no hay otra cosa que tenga un solo lado. Mientras est茅 en mi mano ser茅 el rey.
—¿Es de oro? —le dije.
—No s茅. Es el disco de Od铆n y tiene un solo lado.
Entonces yo sent铆 la codicia de poseer el disco. Si fuera m铆o, lo podr铆a vender por una barra de oro y ser铆a un rey.
TE PUEDE INTERESAR: 脷tiles consejos para marcar tus lecturas y clasificar mejor tus libros
Le dije al vagabundo que a煤n odio:
—En la choza tengo escondido un cofre de monedas. Son de oro y brillan como el hacha. Si me das el disco de Od铆n, yo te doy el cofre.
Dijo tercamente.
—No quiero.
—Entonces —dije— puedes proseguir tu camino.
Me dio la espalda. Un hachazo en la nuca bast贸 y sobr贸 para que vacilara y cayera, pero al caer abri贸 la mano y en el aire vi el brillo. Marqu茅 bien el lugar con el hacha y arrastr茅 el muerto hasta el arroyo que estaba muy crecido. Ah铆 lo tir茅.
Al volver a mi casa busqu茅 el disco. No lo encontr茅. Hace a帽os que sigo buscando.
FIN
AVISO LEGAL: Los cuentos, poemas, fragmentos de novelas, ensayos y todo contenido literario que aparece en mardefondo podr铆an estar protegidos por los derechos de autor (copyright). Si por alguna raz贸n los propietarios no est谩n conformes con el uso de ellos por favor escribirnos y nos encargaremos de borrarlo inmediatamente.