¡Hola, lectores! Los escritores del Boom Latinoamericano, desarrollaron un deseo por mostrar la realidad de una región convulsionada, pero al mismo tiempo la esperanza en un mundo más unido. Es por ello que, las palabras que Cortázar dijo hace 45 años, sobre la literatura, la política y el exilio, siguen retumbando en nuestros oídos ¿qué dijo? ¡Leamos!
La vida pública de Julio Cortázar
Si bien Julio Cortázar no fue exiliado de su país, mucho se habló de un autoexilio, esto se debe a que gran parte de su vida la pasó lejos de Argentina. Recordemos que desde 1951 se fue a vivir a París y aunque no fue una decisión forzada por razones políticas, mucho se debió a la oposición que expresaba al peronismo en su país. También estaba en busca de un entorno cultural que estimule su arte.
Julio Cortázar y la literatura
Lo mencionado anteriormente no hizo que Cortázar se limite al momento de dar una opinión sobre la literatura y la política, pero sí le molestaba ser requerido para dar más opiniones políticas que literarias, porque se consideraba un "animal literario", tomando como ejemplo aquello que dicen los franceses: el hombre es un animal pensante o un animal filosófico.
Cortázar se consideraba así pues sentía que había nacido para la literatura, una esfera donde poco a poco iba asumiendo un compromiso de tipo ideológico. "Un proceso muy complicado y a veces muy penoso", solía decir. Como también:
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Porque como mi vocación profunda es la literatura, hay momentos en los que las circunstancias de tipo político –el tener que venir a esta Conferencia, escribir artículos de contenido político, atacar a la Junta chilena o argentina, ocuparme de casos de desaparecidos, muertos, torturados, contestar alguna de la enorme correspondencia que me llega, porque la gente piensa que yo siempre puedo decir algo y ayudar- bueno, hay momentos en lo que, lo confieso porque es verdad, tengo un gran desánimo. Porque me digo: “bueno, ¿alguna vez voy a poder escribir una novela?” Mi ideal sería tener un año o dos de tranquilidad, para escribir una novela que me da vueltas en la cabeza hace mucho tiempo. Por eso es que cada vez más me convierto en un cuentista, porque los cuentos los escribes en el avión, en tu casa, en la calle...
Julio Cortázar y el exilio
Era conocido el rechazo de Cortázar a las dictaduras y los regímenes autoritarios en América Latina. Recordemos que su obra se desarrolla en una etapa de la historia muy convulsionada en la región. Esta postura crítica y su involucramiento activo en movimientos de izquierda y causas progresistas hicieron que muchos lo consideraran un exiliado político.
Cortázar diría en 1979 que a pesar de vivir 28 años fuera de la Argentina jamás se considero un exiliado, sino hasta el golpe de Videla. Para el escritor de Rayuela el exilio era algo compulsivo, y él vivía en Francia porque le daba la gana de pasar sus días ahí, porque era un país que lo había cautivado; y sobre todo le permitía escribir sin dificultades.
Sin embargo todo cambiaría a partir del golpe militar de 1976. Desde aquel momento supo que había convertido en un verdadero exiliado, experimentando el sentimiento de aquellos deportados por razones políticas. En una entrevista mencionó que:
Eso me llevó por primera vez a reflexionar sobre el problema del exilio. Es entonces que me di cuenta de que si yo o cualquier otro exiliado entra en el estereotipo, en la noción esencialmente negativa, aplastante del exilio, le está otorgando una carta de triunfo a la dictadura que lo exiló. Entonces me planteé el problema en términos muy claros: es una locura, es ilógico, no se puede aplicar científicamente, pero yo en vez de estar en una marcha adelante doy marcha atrás, invierto la velocidad y entiendo el exilio en términos positivos. Yo lo dije en París e hizo sonreír a mucha gente, dije que es como si Videla, ahora que me exiló, me hubiera dado una beca para escribir fuera de la Argentina. Y mi mejor manera de contestar a ese exilio es dar el máximo de lo que yo puedo dar como escritor, y es lo que estoy tratando de hacer. Pero al exiliado que llega totalmente quebrado, ya sea porque él mismo ha sufrido, incluso físicamente, antes de poder salir o porque hay un montón de muertos, desaparecidos, torturados en torno a él, no se le puede pedir que empiece su vida de exiliado con una sonrisa, diciendo: “esto está muy bien”. No, porque está espantosamente mal. Cuando a todo hombre y mujer que ha salvado la inteligencia, le llegue el momento de pensar en la nueva vida que está empezando, es en ese momento en que yo lo incito a que en vez de caer en los estereotipos y decir “yo soy una víctima, yo soy un exiliado, yo he sido injustamente echado de mi país”, y que eso se traduzca poco a poco en amargura, en una nostalgia aplastante, yo lo incito a que –salido del primer choque traumático- vuelva a sentirse un hombre o una mujer pleno.
Julio Cortázar sobre el exilio cultural
Desde entonces Cortázar vio el exilio de otra forma, como algo traumático y un fenómeno en el que no todo el mundo piensa hasta que le sucede y que sobre todo importa cuando se trata de un artista. Por eso, el creador de Casa tomada, se refirió al "exilio cultural", alegando que es terrible caer en cuenta de que en su país hay una censura contra los libros que pueda publicar.
Cortázar se sentía separado de sus lectores, sobre todo porque en aquella época su libro de cuentos no pudo salir en Argentina, porque dos de ellos incomodaron al régimen.
Y no hago de esto una cuestión personal: están separados de 150 magníficos escritores uruguayos, chilenos y argentinos que no se pueden editar en nuestro país. En Chile, desde el 11 de septiembre de 1973, una generación de jóvenes fue tomada por la Junta y metidos en una escuela fascista dirigida por militares. Han pasado seis años y ellos vivieron la edad crítica (entre los 12 y los 18 años) bajo ese régimen, miles y miles de niños y niñas chilenas que en estos momentos creen en la Junta, creen en la Seguridad Nacional, creen que todos nosotros somos traidores. Creen que Chile es un país injustamente atacado y combatido. No es culpa de ellos, pobrecitos, porque en seis años los han convertido en lo mismo en que Hitler convirtió a las juventudes hitleristas, o Mussolini a los “balillas”. Bueno, eso es para mí una de las cosas más espantosas, y nosotros no podemos hacer nada, intelectualmente. Porque esto yo se los digo a ustedes, pero nadie lo va a escuchar en Argentina, nadie lo va a leer, ustedes lo van a publicar y salvo que alguien lo lleve en un bolsillo, nadie va a poder leerlo allí.
La unión de América Latina
Cuando Gabriel García Márquez recibió el Nobel en 1982, en su discurso, también recogió en sentir de su colega argentino, un deseo irrefrenable de que exista unión en América Latina. Cortázar, tenía un concepto casi sentimental, pues en su corazón AL existe como una unidad, pues fundamentalmente se sentía latinoamericano. "Yo estoy en mi casa en cualquier país de AL", solía decir.
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Julio Cortázar encontraba en las diferencias locales, diferencias dentro de la unidad y tenía una fuerte crítica sobre el plano geopolítico:
Es la nefasta política de dividir para reinar, que han aplicado los norteamericanos desde hace tanto tiempo. Fomentando los nacionalismos, las rivalidades entre los países para dominarlos mejor, destruyendo el sueño de Bolívar de los “Estados Unidos de América del Sur” y creando diferentes países orgullosos, seguros de sí mismos, dispuestos a hacerse la guerra por cuestiones que no resisten un análisis profundo; eso es una realidad. Y yo pienso que uno de los deberes capitales de los políticos de izquierda, de los escritores revolucionarios, es intentar por todos los medios de luchar contra ese chauvinismo, que hace que un niño argentino en la escuela aprenda que él es mucho mejor y más que un niño chileno o paraguayo. Por cierto que en mi visita anterior hablé con venezolanos de la calle y su idea sobre los colombianos, su desprecio, su odio, me aterraron. Lo mismo, por supuesto, ocurre en el caso inverso. Es la prueba de que dividir para reinar funciona, que a los yankis les conviene seguir fomentándolo y que las dictaduras locales están encantadas de hacerlo.
Querido lector, espero hayas disfrutado estas líneas con el pensamiento de Cortázar que pudimos conocer gracias a una entrevista en Caracas de 1979, realizada por la periodista Viviana Marcela Iriart. Si te gusto el contenido házmelo saber en los comentarios y nos leemos en otro post.
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