¡Hola, lectores! Cualquier amante de la literatura Latinoamericana, puede reconocer la calidad de Jorge Luis Borges y la importancia de su obra. A pesar de jamás escribir una novela, los cuentos del argentino cautivaban como lo siguen haciendo hoy, a los lectores del siglo XX. Sin embargo, no pudo ganar el Premio Nobel de Literatura. Existen muchas explicaciones, pero esta es la más contundente ¡Leamos!
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| Imagen tomada de Pinterest: https://pin.it/66pJGILiC |
El Nobel de Borges
Creo que nadie podría objetar que Jorge Luis Borges mereció ganar un Premio Nobel de Literatura. Sin embargo, una sombra se posaba en su presente cada vez que las voces entonaban su nombre como potencial candidato. De hecho, la expectativa estuvo bastante fuerte siendo nominado en 1967, 1969 y 1970, pero no lo consiguió ¿cuál fue el motivo?
Bueno, el mismo Borges y su entorno alegaron motivos políticos, mientras que desde la Academia Sueca se hablaba de su arte como algo "demasiado exclusivo o artificial". Los cierto es que la razón puede estar más cerca de lo primero y aquí de digo el porqué.
Principal motivo
Gracias a que se pudo conocer la desclasificación de los archivos de la Academia, 50 años después, la razones por las que Jorge Luis Borges no recibió el Nobel de Literatura comenzaron a aparecer y sobre todo aquel año en que estuvo más cerca (1967).
El motivo parece haber sido el político, pues el escritor mantenía una postura conservadora y crítica de la literatura comprometida de su época. Así como su acercamiento a Rafael Videla y la famosa visita a Augusto Pinochet. La segunda hipótesis, que es la aceptada en la actualidad, es que el presidente del comité Ander Österling dijo que era "demasiado exclusivo o artificial en su ingenioso arte en miniatura", por lo que consideraba su obra bastante elitista.
La historia diría que aquel año ganaría el premio el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, autor de la famosa novela "El señor presidente" (1946).
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Pinochet y la gota que derramó el vaso
Esto no quiere decir que la figura de Borges no haya sido considerada hasta el final de sus días como potencial ganador del Premio Nobel de Literatura. Pero la gota que derramó el vaso fue aquel 21 de septiembre de 1976, cuando una bomba asesinó al canciller del gobierno de Allende, Orlando Letelier, en Estados Unidos; mientras que Jorge Luis Borges, se disponía a recibir una condecoración de manos del dictador Augusto Pinochet.
Coinciden muchos especialistas que aquella jornada puso fin a toda aspiración de Borges a obtener el Premio Nobel. Recibir aquel Honoris Causa en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile, bajo la dictadura de Pinochet fue la bomba que sepultó la carrera pública del maestro.
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| Jorge Luis Borges y Augusto Pinochet en 1976 |
El mundo literario no salía de su asombro porque el escritor argentino comentó incluso que Pinochet le había parecido "una excelente persona" y en sus palabras de agradecimiento dijo lo siguiente:
En esta época de anarquía sé que hay aquí, entre la cordillera y el mar, una patria fuerte. Lugones predicó la patria fuerte cuando habló de la hora de la espada. Yo declaro preferir la espada, la clara espada, a la furtiva dinamita (…). Y aquí tenemos: Chile, esa región, esa patria, que es a la vez una larga patria y una honrosa espada.
Mientras pronunciaba estas palabras, la prensa estadounidense solo hablaba del estallido del auto y los restos de Letelier. Esto solo fue parte de la persecución política que sufrieron varios de los colaboradores del presidente Salvador Allende, tras el golpe de Estado; como el eliminar a toda la nueva directiva del Partido Comunista en la clandestinidad.
En esa coyuntura considerada por muchos como la época más oscura de la historia moderna en Chile, Borges viajaba al país sureño a decir lo que dijo en la premiación.
La llamada de la Academía
María Kodama, esposa y albacea de Borges, declaró para el diario español El País que alguien de la academia de Estocolmo llamó a Borges días antes de la condecoración pinochetista a lo cual el escritor respondió:
Mire, señor: yo le agradezco su amabilidad de llamar, pero después de lo que usted acaba de decirme mi deber es ir a Chile. Hay dos cosas que un hombre no puede permitir: sobornar o dejarse sobornar.
Más tarde, durante el discurso en Chile, Jorge Luis Borges reafirmó su simpatía por la dictadura en Argentina:
Mi país está emergiendo de la ciénaga, creo, con felicidad. Creo que merecemos salir de la ciénaga en que estuvimos. Ya estamos saliendo, por obra de las espadas, precisamente. Y aquí ya han emergido de esa ciénaga.
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Borges, una biografía literaria
El ensayista uruguayo Emir Rodríguez Monegal, publicó en 1987 el libro "Borges, una biografía literaria", donde indica que aquel 1976 el escritor argentino había alcanzando un empate en la Academia Sueca junto al español Vicente Aleixandre para ganar el Nobel.
"Yo en ese momento de la llamada desde Suecia lo quise todavía más a Borges, porque admiré en él algo que me enseñaron a admirar, a no traicionarse a sí mismo, no importa lo que se pierda, pero jamás traicionarse a sí mismo», recordaba Kodama en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el año 2014.
Así es queridos, lectores, en la vida hay que tomar decisiones y quizá el colgar el teléfono aquella vez antes de ir a Chile le pasó factura a Jorge Luis Borges, pero aun si no ganara el Nobel a nadie le queda duda de que hubiese sido un galardón absolutamente merecido si estuviese basado exclusivamente en méritos literarios.
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Fuente: cultura.gob.ar - culturaytendencias.com