De lo bueno poco es lo que suelen decir y a veces esta frase se traduce en la vida de los grandes escritores que marcaron una época e impusieron una tendencia. Únicos en su tiempo, Antón Chéjov, Franz Kafka y Marcel Proust pasaron a la eternidad con libros que hasta hoy baten record en ventas. Sin embargo partieron a la eternidad jóvenes o demasiado pronto. Todos tienen algo en común: una salud frágil ¿que enfermedades padecieron?
¿A qué edad murieron?
Chéjov murió a los 44 años, Kafka murió a los 40 años y Proust murió a los 51 años. Curiosamente estos son tres escritores que Julio Ramón Ribeyro se llevaría a una isla desierta (llegué a ellos a través de él) y aunque la producción literaria de estos monstruos de la literatura universal fue vasta y de calidad, estamos seguros de que con mucho más tiempo en la tierra, hubieran dado mejores obras en las diversas etapas de la vida.
¿Qué enfermedad padeció Anton Chéjov?
Chéjov ejerció la medicina, producto de esa profesión se contagió de tuberculosos y convivió con ella por casi dos décadas. Recordemos que en el siglo XIX e inicios del XX no existía una cura para esta enfermedad, por lo que muchos tratamientos era más artesanales. A Chéjov le recomendaron buscar aires más frescos y limpios que los que podía haber en una metrópoli. Es así que viajó a balnearios con la esperanza de tener una mejor calidad de vida.
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Así, Chéjov pasó gran parte de su vida enfermo, obligado a pasar largas temporadas en Niza (Francia) y posteriormente en Yalta (Crimea). Precisamente en esta última ciudad se ambienta el cuento "La dama del perrito", un clásico del escritor ruso. En esas zonas evitaba los inviernos rusos.
Pero fue en un balneario alemán en mayo de 1904 que Chéjov pasaría sus últimos días. si bien las últimas cartas de Chéjov a su hermana lo mostraban más animado, la salud del escritor sufrió una caída de la cual ya no se pudo levantar. Murió el 15 de julio de 1904 y ls historia diría que mandó a pedir una botella de champaña antes de exhalar su último suspiro.
¿Qué enfermedad padeció Franz Kafka?
Kafka murió aun más joven que Chéjov, el escritor nacido en Praga, sintió apagársele la vida cuando a mediados de agosto de 1917 empezó vomitar sangre a medianoche; el diagnostico: tuberculosis, enfermedad incurable. Así Kafka asumió la vida de Chéjov, viajando de balneario en balneario y cambiando radicalmente su forma de vida por siete años.
De Kafka conocemos bastante gracias a que no se cumplió su voluntad de quemar todos su textos. Además las cartas que escribió se convirtieron en registro de su dolor y difícil proceso a causa de su enfermedad. En una de las cartas a Milena Jesenká mientras estaba en un hospital del norte de Italia, le preguntaba "quién me soportará en el hotel si toso como ayer, de 9:45 a 11:00 ininterrumpidamente. Luego me duermo, y hacia las 12:00 doy vueltas y más vueltas en la cama y vuelvo a tose hasta la una".
Franz dedicó las últimas semanas de su vida a la lectura y la correspondencia. Una vez que abandonó el hospital se instaló en la casa de campo de su hermana. En abril de 1924 tuvo que regresar al sanatorio y el 3 de junio murió en brazos de su amada Dora. Fue enterrado el 11 de junio en la parte judía del Nuevo Cementerio de Praga Zizkov
¿Qué enfermedad padeció Marcel Proust?
La salud de Marcel Proust también fue débil incluso cuando niño sufrió de asma bronquial, eso marcó su vida y también su obra. Proust murió el 18 de noviembre de 1922 por eso el año pasado el mundo recordó su partida. Poco antes de morir Proust sufrió varias crisis asmáticas y el 10 de octubre fue la última vez que salió a la calle, ya que siete días después se le diagnosticó neumonía. Está enterrado junto a su padre y hermano en el cementerio de Père-Lachaise.
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Celeste Albaret, quién estuvo con él sus últimos minutos escribió lo vivido para la posteridad: "Me dijo que la muerte lo perseguía y que quería terminar la obra de su vida".
"Me decía que lo estaba traicionando. Pero sobre todo, que nunca debía dejar que se le sometiera a esos tratamientos que los médicos imponen a los moribundos, torturándolos con inyecciones para mantenerlos vivos durante otra media hora o una hora. Pero fue horrible".
La vida de Proust se apagó aquel día, pero su obra pudo terminarse, "En busca del tiempo perdido" fue publicada después de su muerte y hoy es considerada como una de las obras maestras de la literatura moderna.
Desgarradores testimonios y tristes finales para los autores que tantas alegrías nos han regalado y lo seguirán haciendo por generaciones. Sin duda, el mejor homenaje que podemos hacerles es leerlos.
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