Leamos "El síncope blanco", cuento de Horacio Quiroga

¡Hola, lectores! Hace ya un par de años compré el Cuaderno de notas de Antón Chéjov y un cuaderno de notas es y no es un diario al mismo tiempo. Se trata de un registro de toda la inspiración que pueda aflorar en ti mientras estás en cualquier parte y sirve como base para un futuro relato. Teniendo en cuenta los más de 600 que escribió el autor ruso, cada idea es una potencial joya a narrar ¡Aquí te muestro 42!

Imagen editada en CV Pro. 

La admiración por Antón Chéjov

Admiro a Chéjov por la calidad de los cuentos que nos ofrece, siempre dotado de un realismo inconfundible. Fue de los más destacados de su generación por mostrar una sociedad rusa en su total desnudez, con problemas y alegrías a la vuelta de la esquina. Eso lo podemos ver en relatos como El billete de la lotería o De mal humor.

Este escritor que tuvo una corta vida pero una larga obra cuentística no podía hacer menos que generar decenas de ideas al día. No solo porque era un narrador, sino porque su talento de escritor iba de la mano con el de dramaturgo. Así que para Chéjov imaginar situaciones cotidianas, ideas, diálogos, respuestas, era como respirar.

Antón Chéjov el doctor

Chéjov solía decir que la medicina era su esposa y la literatura su amante. La primera vocación del escritor nacido en Taganrog, Rusia en 1860, fue la de ser médico. Y tal vez esta condición fue lo que limitó para siempre su producción literaria, pues al contraer tuberculosis tenía que moverse siempre huyendo del frío del invierno ruso. Murió apenas a los 44 años con mucho potencial e historias por narrar, pero dejó un legado imborrable.

Anton Chéjov tiene anécdotas increíbles y muy humanas por cierto, algunas de ellas las recogí y las escribí aquí en este post. También, hablar de él es también referirse a una historia de resiliencia, dado que estuvo a punto de besar la lona muchas veces y se levantó.

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Antón Chéjov y el fracaso

La ruta al éxito de Antón Chéjov no fue sencilla, eso lo conté en este artículo "La crisis y el milagro que catapultó a la fama a Antón Chéjov", y en un fragmento cito como La gaviota, la obra más reconocida del escritor ruso (junto al Jardín de los Cerezos), fue rechazada en San Petersburgo, ya que la consideraron una parodia del decadentismo ambienta y también un poema autobiográfico que viajaba entre risas y lágrima, lejos de los esquemas teatrales.

No me cabe duda que durante ese proceso, el pobre pero talentoso Chéjov tuvo que haber imaginado mil y un escenarios. Por eso, el libro que te menciono es una joya para comprender cómo le venían a la mente las ideas más potentes.

No olvidemos que gracias al texto y la palabra, la vida de Chéjov se ha abierto para todos los que admiramos su obra. Y con esto me refiero a su vida amorosa, ya que las cartas que intercambiaba con Olga Knipper, su esposa hasta el día de su muerte, son un recuerdo valioso para conocer la visión de romance que transmitía el escritor ruso. 

Si quieres leer sobre las cartas entre Chéjov y su esposa, puedes venir a este enlace; y si también quieres saber lo que ésta le escribía incluso después de muerto, te encantará leer este otro. 

Ahora sí, sin más preámbulo te dejo con las ideas más alucinantes de Antón Chéjov. Debo solo recordarte que no hay un orden concreto, pues son ideas que se le vinieron en mente al talentoso escritor...

LOS MEJORES TEXTOS DE ANTÓN CHÉJOV

Los hombres no se casan, las mujeres siguen solteras: entre ellos no existe el menor interés, ni siquiera el físico.

Un asesinato. Durante todo el mes de marzo y comienzos de abril, cayó una nieve abundante. Nadie quería a Terejov 1; no lo tomaban en serio, ni a él, ni a su fe, se burlaban de que bebiera vodka, de que fuera tan amarrete. Hasta el gendarme lo odiaba. Entre nosotros, en general, y sin haber razón alguna, incluso la gente libre de espíritu, indiferente a la fe, odia a aquellos que ejercen la fe a su manera.

Los muchachos hablan de religión durante el al-muerzo, critican el ayuno, los monjes, etc. Su anciana madre comienza por enojarse, luego, súbitamente tranquila, tan sólo se atreve a hacer chistes, y por fin anuncia a sus hijos que la han convencido, que piensa como ellos. Los hijos se sienten mal, se preguntan qué será de ella desde ahora.

No existe una «ciencia nacional», del mismo modo que no existe la tabla de multiplicar nacional; lo nacional no tiene nada que ver con lo científico.

Un perro caminaba por la calle; parecía sentir vergüenza de sus patas arqueadas.

No fue Terejor quien mató, sino su hermana; él solamente la tenía por los hombros y la sacudía.

Diferencia entre el hombre y la mujer: la mujer, al envejecer, se ocupa más y más de asuntos de mujeres.

El hombre, al envejecer, se aleja cada vez más de ellos.

Cuando en una casa alguien lleva mucho tiempo enfermo, todos, secretamente, desean que se muera, salvo los niños, que son incapaces de concebir la sola idea de la muerte. La sola idea de la muerte de su madre, por ejemplo, los paraliza de horror.

«Hazte amigos de injusta riqueza», reza el prover-bio, porque la riqueza justa no existe ni puede existir.

En una pieza.

La muchacha (a un invitado): Mi caballo ya cumplió un ciclo. Me haría falta otro.

La madre (distraída): ¿Adónde se fue tu caballo?

La hija: Mamá, hay que escuchar al otro...

La madre: No me atrevo a decir más, entonces.

Esta historia de amor surgida tan de repente y a destiempo... Es, ¿sabe usted?, como llevar a los niños de excursión, todo es bello, apasionante, y de repente... uno de los chicos vomita pintura al óleo.

La hermana lava el piso todo el día mientras maldice a medio mundo. 

En ese albergue, se cerraban los Serguei Nikoláievich, el de las largas patillas, se había dejado crecer, ya antes del proceso, una barba frondosa.

Al rezar, él alzaba los brazos al cielo. A Piotr Ossípovich le gustaba hablar de la limonada y la sopa de esturión. El Tátaro Kadylov cede su negocio por 1500 rublos; puede pagársele 500 en efectivo y el resto en cuotas.

Todos los Bogomolov, durante generaciones, habían creído en Dios, pero con una fe sin firmeza, probablemente porque vivían como osos en su madriguera y sin frecuentar la sociedad.

Después del asesinato, Dacha se refugió en el primer piso y pasó allí toda la noche.

Por la noche, las chinches picaban a Matvei.

Serguei Nikoláievich no sabía hablar sino del menú que servían en la estación... Por aquellos días el tiempo era gris y execrable, lo que predispone al catarro y a la maldad.

El funcionario, al que habían tratado de imbécil, decía a su mujer que el deber está por encima de todo, que la vida familiar es un deber, que hay que ahorrar...

Si tan sólo pudiera arrancar de mi pecho este corazón que tanto ha llegado a pesarme...

Un científico sin talento ha trabajado durante 24 años sin hacer nada bien, formando decenas y decenas de científicos tan mediocres y negligentes como él mismo. Pero, casi en secreto, por la noche, encuaderna libros, esa es su verdadera vocación; al hacerlo, se siente artista, y se llena de júbilo. Un encuadernador viene a visitarlo, amateur pero erudito. Este, secretamente, por las noches, se dedica a la ciencia.

Cientos de verstas de la estepa desierta, agreste y monótona, son incapaces de enfermarnos como lo hace una sola persona.

El pulgón roe las plantas; la herrumbre, el metal; la mentira, el alma.

Nuestro universo se encuentra, probablemente, en el diente de algún monstruo.

-¿Tiene usted hambre?

-No, por el contrario.

Una mujer encinta, de brazos cortos y largo cuello,

¡qué parecida es a un canguro!

Larga carta de su hermano: le escribe acerca de la importancia de la salud, la influencia de las enfermedades sobre la psiquis... Ni una palabra sobre sus nego-cios, sobre Moscú. Qué fastidio.

Kostia, borrachísimo, en Sokólniki: «¡Abrázame, Naturaleza!». Todo el mundo estaba de buen humor.

Descartando la idea de volver en coche, esperaron exaltados una diligencia.

Le ordenamos a la gobernanta que se ocupara de la biblioteca. Escribió sobre cada libro: «Este libro pertenece a Fulano». Imbécil. No sabía enseñarle a dividir al pobre Sacha.

Kich, durante una discusión sobre un problema social: «Pero entonces, si ya no hay dinero, ¿todo el mundo comprará a crédito?». Cuando lo enviamos a buscar dos sillones, vuelve con una cuchara, vaya uno a saber por qué; cuando lo mandamos a comprar comida para las entradas, pide que le corten en pedacitos el queso y el salchichón.

El aprobaba que su novia fuera devota, le complacía que tuviera ideas y convicciones rigurosas. Desde que se convirtió en su mujer, en cambio, este mismo rigor lo indignó.

Si quieres volverte optimista y comprender la vida, deja de creer lo que te dicen y escriben; observa por ti mismo y reflexiona.

El marido y su mujer permanecían estrictamente fieles a un principio X. Como si se tratara de una fórmula, siguiendo ese principio habían construido sus vidas. No fue sino al sentir aproximarse ya la muerte que se plantearon la cuestión: ¿y si no fuera justo?

Aquello que dice el proverbio -Mens sana in corpore sano- puede inducirnos al error.

Me disgustan: un judío jacarandoso, un ucraniano radical y un alemán borracho.

La universidad desarrolla todas nuestras capacidades, incluso la idiotez.

Un maestro de escuela recibe una encomienda dirigida «al pronombre Iván Ivánovitch Gruzdev».

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Cuando al fin se casó, todo -la política, la literatura, la sociedad- perdió interés para él. En cambio, cualquier nadería concerniente a su mujer o su hijo podía volverse, desde su punto de vista, un asunto crucial.

-¿Por qué tus canciones son tan breves? -le preguntan al pájaro-. ¿No tienes aliento suficiente?

-Es que tengo muchísimas canciones... y quisiera

cantarlas todas.

El perro detesta al maestro particular: no lo dejan ladrarle. Lo mira, no ladra, pero cada tanto llora de odio.

La fe es una facultad del espíritu. Los animales están privados de ella. Los salvajes y la gente poco cultivada sólo conocen el miedo y la duda. La fe sólo es accesible a los organismos superiores.

La muerte nos causa espanto. Pero sería aun más espantoso saber que viviremos eternamente, sin morir una vez sola.

En arte, el público aprecia todo lo que es banal y conocido desde hace mucho tiempo, todo aquello a lo que se ha acostumbrado. 

Espero, lector, que hayas disfrutado de este post. Tengo muchas páginas más por contar. Si te gustó este artículo, házmelo saber en la casilla de comentarios ¡Nos leemos en otro post! 

FUENTE: Cuaderno de notas. La compañía de los libros (2010).