10 cuentos de León Tolstói y Fiódor Dostoyevski para las próximas generaciones

¡Buenos días, queridos lectores y lectoras de Mar de fondo! Agradezco siempre las muestras de afecto y respuestas positivas a la labor que realizo desde este espacio. Sé lo mucho que aprecian la literatura rusa por lo que estoy ya comenzando a preparar más contenido con más escritores de esa constelación. Mientras tanto, hoy te dejo con un 10 increíbles cuentos de dos genios: Tolstói y Dostoyevski, pilares de la novela rusa ¡Disfrutemos!

10 cuentos de León Tolstói y Fiódor Dostoyevski
Imagen de Karenina en https://russkiymir.ru


La idea de este post es que puedas compartirlo con quienes más quieras, ya que estos cuentos seleccionados, al ser los más leídos en Mar de fondo por todos ustedes, sirven como punto de inicio para adentrarnos en la literatura rusa.

León Tolstói nació en 1828 y Fiódor Dostoyevski en 1821, ambos autores convivieron en un espacio temporal donde ocurrieron importantes acontecimientos en la historia de Rusia, como la Guerra de Crimea (1853-1856), por ejemplo. El punto es que, aunque contemporáneos, cada uno trabajo por su lado y se hizo un nombre en el canon literario de ese país.

Ambos autores vivieron experiencias difíciles que marcaron su obra, en este articulo te cuento acerca del vicio por el juego de Dostoyevski, y en este otro encontrarás la transformación de León Tolstói al final de su vida. Tan importante ha sido la influencia de estos dos genios que escritores de la talla de Franz Kafka se refieren por ejemplo a Dostoyevski y su primera novela, con una anécdota fascinante. Así mismo, Chéjov fue muy cercano a Tolstói y lo apreciaba mucho al tener un contacto cercano con él, como lo detalla en sus memorias.

A continuación, los cuentos de Tolstói y Dostoyevski ¡para presentárselos a quien quieras!

LEÓN TOLSTÓI


LAS TRES PREGUNTAS

Cierto emperador pensó un día que si conociera la respuesta a las siguientes tres preguntas, nunca fallaría en ninguna cuestión. Las tres preguntas eran:

¿Cuál es el momento más oportuno para hacer cada cosa?


¿Cuál es la gente más importante con la que trabajar?


¿Cuál es la cosa más importante para hacer en todo momento?






LOS TRES ERMITAÑOS


El arzobispo de Arkangelsk navegaba hacia el monasterio de Solovki. En el mismo buque iban varios peregrinos al mismo punto para adorar las santas reliquias que allí se custodian. El viento era favorable, el tiempo magnífico y el barco se deslizaba sin la menor oscilación.


Algunos peregrinos estaban recostados, otros comían; otros, sentados, formando pequeños grupos, conversaban. El arzobispo también subió sobre el puente a pasearse de un extremo a otro. Al acercarse a la proa vio un pequeño grupo de viajeros, y en el centro a un mujik1 que hablaba señalando un punto del horizonte. Los otros lo escuchaban con atención.




LA MUÑECA DE PORCELANA


21 de marzo de 1863


¿Por qué te has vuelto tan fría, Tania? Ya no me escribes, y me gusta tanto saber de ti… Aún no has contestado a la alocada carta de Levochka (Tolstoi), de la que no entendí una palabra.


23 de marzo


Aquí ella empezó a escribir y de pronto dejó de hacerlo, porque no pudo seguir. ¿Sabes por qué, querida Tania? Le ha ocurrido algo extraordinario, aunque no tanto como a mí.





LA MUERTE DE IVÁN ILLICH

Durante una pausa en el proceso Melvinski, en el vasto edificio de la Audiencia, los miembros del tribunal y el fiscal se reunieron en el despacho de Iván Yegorovich Shebek y empezaron a hablar del célebre asunto Krasovski. Fyodor Vasilyevich declaró acaloradamente que no entraba en la jurisdicción del tribunal, Iván Yegorovich sostuvo lo contrario, en tanto que Pyotr Ivanovich, que no había entrado en la discusión al principio, no tomó parte en ella y echaba una ojeada a la Gaceta que acababan de entregarle.

-¡Señores! -exclamó- ¡Iván Ilich ha muerto!




EL SUEÑO


-No la considero hija mía, compréndelo. Pero, de todos modos, no soy capaz de dejarla a cargo de personas extrañas. Arreglaré las cosas de manera que pueda vivir como se le antoje; mas no quiero saber nada de ella. Nunca hubiera imaginado una cosa así… ¡Es terrible!… ¡terrible…!


Se encogió de hombros, sacudió la cabeza y alzó los ojos. Era el príncipe Mijail Ivánovich Sh., un hombre sesentón, quien hablaba así con su hermano menor, el príncipe Piotr Ivánovich, de cincuenta años, mariscal de la nobleza de esa provincia.




$ads={2}


FIÓDOR DOSTOYEVSKI




EL LADRÓN HONRADO


Una mañana, cuando ya me disponía a dirigirme a mis tareas, entró en mi habitación Agrafena, mi cocinera, lavandera y ama de llaves, y, para mi sorpresa, se dirigió a mí.


Hasta aquel momento era una mujer tan callada y sencilla que, al margen de dos palabras que dijera al día sobre lo que iba a preparar para comer, no había dicho más durante seis años. O, al menos, yo no había oído nada.


—He venido a decirle, señor —empezó de pronto—, que podría usted alquilar el desván.





UN CORAZÓN DÉBIL


Bajo el mismo techo, en la misma casa, en un cuarto piso, vivían dos jóvenes funcionarios, Arcadi Ivánovich Nefédevich y Vasia Shumkov… El autor, lógicamente, se ve en la obligación de explicar al lector por qué un héroe tiene el nombre completo y el otro no, aunque solo sea porque esto se pueda considerar incorrecto, si bien es normal. Pero como para ello sería necesario describir antes el grado, la edad, el tratamiento, el cargo y, finalmente, incluso los caracteres de los personajes de que se trata, y dado que hay muchos escritores que tienen esa forma de empezar, el autor del presente relato decide comenzar directamente desde la acción, para no parecerse a ellos (pues, como dicen algunos, lo hacen por su ilimitado amor propio). Y, dando por finalizada la presente introducción, comienza así el relato:




UN ÁRBOL DE NOEL Y UNA BODA


Hace un par de días asistí yo a una boda… Pero no… Antes he de contarles algo relativo a una fiesta de Navidad. Una boda es, ya de por sí, cosa linda, y aquella de marras me gustó mucho… Pero el otro acontecimiento me impresionó más todavía. Al asistir a aquella boda, hube de acordarme de la fiesta de Navidad. Pero voy a contarles lo que allí sucedió.





EL PEQUEÑO HÉROE


Por aquel entonces no tendría yo más de once años. En julio me enviaron a pasar una temporada a un pueblo de los alrededores de Moscú, donde un pariente llamado T…ov, en cuya casa se habían reunido unas cincuenta personas o más… no recuerdo bien, pues no los conté. Había mucho alboroto y mucha alegría. Todo parecía indicar que se trataba de una fiesta que había comenzado para no finalizar jamás. Daba la impresión de que el dueño se había propuesto derrochar lo antes posible toda su fortuna y estaba a punto de conseguir su fin gastando hasta el último cópec de su patrimonio.





EL NIÑO DE LA MANITA


Los niños son unas personitas un tanto particulares. Uno sueña con ellos y se los imagina. En Navidades, o el mismo día de Nochebuena, tropecé en la esquina de una famosa calle con un muchachillo que no tendría más de siete años. Hacía un frío espantoso y el niño vestía ropa de verano y unos trapos viejos atados al cuello que hacían de bufanda (lo que significaba que a pesar de todo, había alguien que se los ponía antes de salir a la calle). Andaba él “con la manita extendida”, un término técnico que significa… pedir limosna. Lo acuñaron los propios muchachos. Hay muchos chicos como él que se cruzan en tu camino repitiendo lo mismo (y aullando algo ya aprendido). Pero este niño no lo hacía, hablaba ingenuamente y con un estilo poco corriente y sincero, mirándote a los ojos; quizás se estuviera iniciando en el oficio. A mis preguntas respondió que tenía una hermana que no trabajaba y estaba enferma.




Esta ha sido una selección de los cuentos más leídos en el Blog y que espero te guste y sobre todo puedas compartirles la maravilla de la literatura rusa a quiénes más quieras ¡Hasta la próxima!

Mar de fondo

𝑆𝑜𝑦 𝐵𝑟𝑦𝑎𝑛 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑐𝑟𝑒𝑧 (Lima, 1990) creador del Blog de Mar de fondo. Estudié Comunicaciones, Sociología y estoy escribiendo un libro. Soy un amante de los cuentos, cartas, diarios y novelas. Convencido de que "𝑈𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜"

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente