La carta que León Tolstói escribió a Sofía Andréievna Tolstáya en 1910. Un testimonio de amor, crisis espiritual y búsqueda de paz interior.
La decisión de León Tolstói
A lo largo de este año hemos resaltado las virtudes de un autor como León Tolstói, capaz de conmovernos hasta las lágrimas y dejarnos profundas reflexiones sobre el sentido de la vida. Su sensibilidad, forjada durante los últimos años de su existencia, alcanzó su punto más humano en la carta de despedida que escribió a su esposa Sofía Andréievna Tolstáya.
En octubre de 1910, el célebre autor de Guerra y Paz decidió abandonar su hogar, dejando atrás una vida llena de contradicciones y conflictos morales. Esta carta fue el último puente entre él y Sofía, su compañera durante casi medio siglo. En ella, Tolstói expone con serenidad sus motivos, su deseo de silencio y su profunda necesidad espiritual de aislamiento.
La crisis moral de un genio
El propio Tolstói había revelado años antes, en su diario de 1869, que se encontraba sumido en una crisis existencial: “La verdad es que la vida es absurda. He llegado al fondo, y solo queda la muerte. Yo, un hombre sano y feliz, ya no podía vivir.” Estas palabras coinciden con el periodo en que trabajaba en Guerra y Paz, una de las novelas más monumentales de la literatura universal.
A partir de entonces, el escritor ruso experimentó un cambio radical en su forma de ver el mundo. Abandonó la riqueza, la fama y los privilegios para abrazar una vida sencilla. Tolstói, que había sido conde y figura célebre, se transformó en un pensador espiritual, casi un profeta laico que predicaba el amor, la humildad y la no violencia.
Fragmento de la carta a Sofía Andréievna
La carta de despedida de Tolstói es un testimonio de amor y de liberación. En ella escribe:
“Me marcho de tu lado, querida Sofía, no porque deje de amarte, sino porque no puedo seguir viviendo en medio de las condiciones en que hemos vivido. Mi alma busca la paz, y solo puedo hallarla en la soledad y la sencillez. Te agradezco los años compartidos y todo el bien que hiciste por mí. No me guardes rencor. Que Dios te bendiga y te dé serenidad.”
Pocos días después de escribir esta carta, Tolstói emprendió su viaje final. Murió en la estación de tren de Astápovo, enfermo y agotado, pero en paz consigo mismo. A su lado, hasta el último momento, estuvo Sofía, a quien nunca dejó de amar.
El legado espiritual de Tolstói
El autor ruso dejó un legado que trasciende la literatura. Su pensamiento inspiró a figuras como Gandhi y Martin Luther King, quienes encontraron en su doctrina de la no violencia un modelo ético y espiritual. Tolstói nos enseñó que la verdadera libertad no está en el reconocimiento social, sino en la coherencia entre nuestras ideas y nuestra forma de vivir.
Más de un siglo después, su carta a Sofía sigue siendo un espejo donde se reflejan la fragilidad del amor humano y la necesidad de encontrar sentido en medio del caos. Leerla es asomarse a la intimidad de un hombre que, habiendo escrito sobre los destinos de Rusia, terminó buscando la paz en su propio corazón.
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LA CARTA DE TOLSTÓI A SU ESPOSA
Yásnaia Polaina, Octubre de 1910
Desde hace largo tiempo, amada Sofía, sufro por el desacuerdo que hay entre mi vida y mis creencias. No puedo obligaros a cambiar ni vuestra vida ni vuestras costumbres; no he podido tampoco abandonaros hasta hoy, porque pensaba que, por mi alejamiento, privaría a nuestros hijos, todavía muy jóvenes de esta pequeña influencia que podría tener sobre ellos, y porque a todos os causaría mucho dolor. Pero no puedo continuar viviendo como he vivido durante estos últimos dieciséis años, ora luchando contra vosotros y provocando vuestra irritación, ora sucumbiendo yo mismo a los influjos y seducciones a que estoy habituado y que me rodean.
He resuelto hacer ahora lo que quería hace tiempo: marcharme. Como los hindúes, que, cuando han llegado a los sesenta años, se van a un bosque; como cada hombre viejo y religioso que desea consagrar los últimos años de su vida a Dios y no a las bromas, a los juegos de palabras, a las habladurías y al “lawn tennis”*; así también yo, que he llegado a los setenta años, deseo con todas las fuerzas de mi alma la paz, la soledad, y si no una armonía completa, por lo menos no este desacuerdo que clama entre mi vida toda y mi conciencia.
Tú principalmente, Sofía, déjame partir, no me busques, ni te disgustes ni me censures. El hecho de que te haya abandonado no prueba que tenga yo motivos de queja contra ti. Sé que tú no podías, que no podías ver ni pensar como yo, y por esto no has podido cambiar tu vida y hacer un sacrificio a lo que no me reconocías. Por eso no te censuro; antes por el contrario, me acuerdo con amor y gratitud de los treinta y cinco años largos de nuestra vida en común. Pero en el último período, en los últimos quince años nuestros caminos se han separado. No puedo creer que yo sea culpable de ello; sé que si he cambiado no ha sido por mi gusto, ni por el mundo sino porque no podía obrar de otra manera. No puedo acusarte de no haberme seguido y te doy las gracias y me acordaré siempre con amor de cuanto me has dado.
Adiós, mi querida Sofía. Te amo.
TE RECOMIENDO, LECTOR: La atrevida carta de Tolstói al zar de Rusia Nicolás II denunciando su abuso de poder
León Tolstói nació el 9 de septiembre de 1828 en la finca de lásnai Poliana, cerca de Tula, Rusia. Desde pequeño perteneció a la nobleza terrateniente y a lo largo de su vida se enfrasco en la búsqueda espiritual y filosófica, que luego se vieron reflejados en sus libros. Muere el 20 de noviembre de 1910 en la estación de tren de Astapovo, después de huir de su casa en lásnaia Poliana.
Sin duda, la vida de Tolstoi se centro en la búsqueda del significad y verdad. Nosotros sus lectores, podemos encontrar un texto suyo para etapa de nuestras vidas ¿Qué opinas de la carta de León Tolstói a su esposa?
FUENTE: Trianarts.

Una carta muy emotiva que deja pulsando una pregunta en mi acerca de la renuncia a todo lo bien visto socialmente para dar lugar a la búsqueda existencial.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir este maravilloso material.
Para mí, fue triste. Hay que aceptar las ideas de los demás y NO olvidar nunca que en una familia lo primero son los hijos. Ser solidario y enseñarles eso a los hijos, con el ejempl,
ResponderEliminarestá más que bien. Pero si el padre se va? . . .
Supongo que fue una de las decisiones más difíciles...
EliminarUna carta muy acorde a quien fue. Muy amena lectura y pienso que en la vida, cada hijo tendrá derecho de ir o quedarse como lo hizo él porque en la vida, cada ser tiene una búsqueda y es única y personal. Saludos. RHCastro.
ResponderEliminarSaludos, me agrada siempre tus comentarios! :)
EliminarGracias!No la había visto antes.Tengo 81 años , y desde hace 24 años , tomé la misma decision.Ahora vivo en.paz la soledad , el silencio, la música, los libros
ResponderEliminar, me acompañarte. En armonía.
Me alegra saber que sobre todo estés bien!
EliminarMe hace pensar la frase en la que menciona el no poder cambiarse así mismo y a ella. Esa tendencia de querer cambiar al otro, de acomodarlo a la forma de uno, cuando que somos lo que somos por muchas cosas de la vida y solo ella se encarga de hacerlo.
ResponderEliminarsimplemente respetar y aceptar!!
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