Leamos "Acuérdate", cuento de Juan Rulfo

¡Mis apreciados lectores! Estamos terminando el año y Bukowski ha sido uno de los autores más leídos del año, ya sea para conocer anécdotas personales o por sus cuentos y novelas. Las cartas tampoco estuvieron fuera de ese deleite que nos acercó al escritor estadounidense. Por eso, para no faltar a la costumbre, te dejo hoy una conmovedora misiva del autor tras la muerte de sus esposa ¡Leamos!  

Imagen tomada de Pinterest: https://pin.it/5eSYrPK

CHARLES BUKOWSKI Y UNA DURA PÉRDIDA

En 1962 el maestro Charles Bukowski perdió a su esposa y este hecho lo dejó devastado y sin ganas de volver a escribir; a pesar de ello el "viejo Chinaski", supo salir adelante, pero fiel a su estilo. La manera en cómo logro superar la depresión fue el sexo, alcohol y literatura. La perspectiva del amor y los gustos personales del autor se tornaron una fatalidad mezquina; en una belleza literaria que pocos podían comprender. 

De ahí que en adelante sus textos contengan mucho más sexo como recurso primordial en cada trama y siempre la cuota de vulgaridad; así como una especie de deconstrucción del amor romántico. 

Por ejemplo, “Se busca una mujer” (1973) es una obra compuesta a base de fragmentos de historias que Charles Bukowski imaginó, vivió o presenció en algún momento de su vida; todas, por lo general, relacionadas con el sexo y cuestionan los principios más honorables del ejercicio del amor; de esta manera, instrumenta el arte del realismo sucio para dar cuenta que la vida no siempre es color rosa cuando se está enamorado. 

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LA CARTA DE CHARLES BUKOWSKI QUE HABLA DE SU ESPOSA

A Jon Webb:

4 de septiembre de 1962

«Con respecto a la muerte de mi mujer el 22 de enero no hay mucho que decir, excepto que yo ya no seré el mismo. Quizás intente escribir sobre eso, pero todavía está demasiado cerca. Puede que siempre esté demasiado cerca. Pero aquella vez en el pabellón de caridad, años atrás, una chica mexicana que cambiaba las sábanas me dijo que se iba a acostar conmigo si yo mejoraba, e inmediatamente empecé a sentirme bien.

Tenía una sola visita: la mujer borracha de cara redonda y roja, un amante del pasado que a veces se bamboleaba contra la cama, y se iba sin decir nada. Seis días después yo estaba manejando un camión, levantando paquetes de 20 kilos y preguntándome si la sangre vendría otra vez. Un par de días más tarde tomé el primer trago, ese que dijeron que me mataría. Una semana más tarde, conseguí una máquina de escribir y, después de una pausa de diez años y de haberle vendido mis cosas a la revista “Story” y a otras, mis dedos se pusieron a construir un poema. O mejor dicho, una charla de bar. Esa cosa que no es lírica, que no se canta. Los rechazos llegaron bastante pronto. Pero no me afectaron, porque yo sentía que cada línea estaba diciendo algo diferente, No para ellos, sino para mí. Ahora puedo leer muy poca poesía o muy poco de cualquier cosa.

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Bueno, la dama borracha que se bambolea contra mi cama, la enterré el último 22 de enero. Y nunca vi a mi chica mexicana. Vi a otras, pero ella hubiera estado bien. Hoy estoy solo, casi afuera de todas ellas: de los glúteos, los pechos, los vestidos limpios como trapos nuevos en la cocina. No me mal interpretes, todavía tengo 1.80 y 90 kilos de posibilidad, pero yo podía mejor con la que ya no está».

Esta carta de Bukowski está dirigida a su querido amigo Jon Webb una de las personas que más creyó en su arte cuando aún no empezaba a escribir de manera profesional. Si te gustó el contenido, házmelo saber en los comentarios. Nos vemos en otro artículo y te recomiendo leer "Cartero", de este genial autor.

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